UGT y CC OO piden salvaguardar las partidas sociales
Los sindicatos advierten que el Gobierno "incumpliría su compromiso" si vulnera el pacto salarial de los funcionarios
El anuncio del Gobierno de que reducirá el déficit en otros 15.000 millones de euros entre este año y el próximo, ha sido recibida por los sindicatos con una mezcla de cautela y preocupación. Las centrales confiaron ayer en que el Ejecutivo cumpla sus compromisos, pero advirtieron que no debe reducir las partidas dedicadas a políticas sociales, ni ahorrar a costa del salario de los funcionarios.
"Me preocupa extraordinariamente el recorte, pero sobre todo de dónde se va a producir el tijeretazo", expuso ayer el secretario general de UGT, Cándido Méndez, tras unas jornadas contra la explotación laboral. "Sería muy negativo que se produjera en el capítulo de gasto social, ya que incumpliría los compromisos del Gobierno", apuntó. Unas reservas que comparten también desde CC OO.
Méndez se mostró especialmente crítico con la posibilidad de que el nuevo plan de austeridad pueda hacer que "se incumplan acuerdos plurianuales ya firmados", en referencia al pacto de moderación salarial a tres años alcanzado para los trabajadores públicos.
El documento, sellado el pasado otoño, marca incrementos salariales del 0,3% para 2010, y aumentos moderados para 2011 y 2012 en función del crecimiento de la economía y la inflación. El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, ya manifestó en febrero la posibilidad de "revisar esos pactos para hacerlos coherentes con el objetivo de austeridad". Aunque entonces, el Gobierno en bloque salió a negar una posible congelación salarial, los sindicatos temen ahora que el recorte apunte en dicha dirección.
En cuanto a las medidas a tomar en el mercado laboral, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, aseguró ayer que la negociación que mantiene con patronal y sindicatos "avanza positivamente", por lo que espera tener resultados concretos antes de finales de mes. "Ya hay un 99% de acuerdo", agregó, en torno a materias como la creación de un plan específico de empleo para jóvenes, o la reordenación de las bonificaciones a la contratación para este colectivo, informa Europa Press. Más lejos del consenso queda el área más polémica, el de la contratación y el despido.
Inminente reforma laboral
Por su parte, el líder de UGT aceptó ayer el calendario impuesto desde el gabinete de Corbacho para la reforma laboral. De hecho, remarcó que aunque hay avances en las "discretas" conversaciones que se producen a dos bandas, lo único seguro, aseveró, es que "el desenlace que fuere, debe producirse antes de que acabe mayo".