Grecia aprueba el plan de ajuste en medio de fuertes protestas
El Parlamento griego aprobó ayer por mayoría absoluta el plan de ajuste económico en medio de la quinta jornada de protestas que se celebra en tres meses. El duro programa es obligatorio para que Atenas reciba la ayuda de 110.000 millones acordada por el Eurogrupo y el FMI, y que será ratificada hoy.
El clima de tensión persistió ayer en Grecia en un día decisivo para su futuro económico. El Parlamento heleno aprobó, por 172 votos a favor y 121 en contra, el plan de austeridad. Es el mayor ajuste anunciado por el Gobierno que se produce con protestas. Su aprobación era una exigencia de la zona euro y del Fondo Monetario Internacional (FMI) para ratificar el rescate financiero. El primero concederá 80.000 millones de euros y el segundo, 30.000 millones en tres años. La única alternativa para evitar la bancarrota, advirtió en el Parlamento el ministro griego de Finanzas, Yorgos Papaconstantinou.
El programa abarca duras medidas para ajustar el presupuesto. En concreto, un recorte del déficit público del 13,6% al 3% del PIB hasta 2013, bajas salariales para los funcionarios, subida del IVA y una considerable rebaja de las pensiones. El Gobierno prevé un ahorro de 30.000 millones de euros.
La aprobación del plan era segura, porque el gobernante Movimiento Socialista Panhelénico del primer ministro, Yorgos Papandreu, tiene una mayoría absoluta: 160 de los 300 escaños de la Cámara. La sociedad civil, en cambio, sigue votando en contra y manifiesta su rechazo en las calles con protestas y también con huelgas generales. El miércoles se produjo la cuarta, una de las protestas más violentas. En la jornada murieron tres personas y más de 70 personas resultaron heridas, después de que un grupo de desconocidos arrojara un cóctel molotov a una sucursal bancaria. Tampoco ayer cesó la protesta. Más de 18.000 personas se concentraron frente al Parlamento heleno para decir no al aprobado plan, según Efe. Pero no hubo incidentes. "Ni la violencia ni las piedras nos sacarán de la recesión, sino que nos crearán un mayor problema", advirtió ayer en el Parlamento el ministro Papandreu. E insistió en la necesidad de aislar a los violentos, aunque no estén de acuerdo con el Gobierno. La aplicación del plan será seguido por un consejo de vigilancia, pendiente de decisión. En él participarán el FMI, el BCE y la CE.
El turismo, amenazado por la situación del país
Las protestas en Atenas amenazan con socavar el turismo, uno de los pocos sectores crecientes de la economía griega y la mayor esperanza que el país tiene de atenuar las dificultades que conlleva su programa de austeridad. "La gente dudará de ir a Grecia", dijo Ian Gamse, uno de los directores de la firma londinense Otus & Co., que asesora a las cadenas hoteleras Marriott International y Hilton Worldwide. "Los que tienen reservas empezarán a llamar a sus operadores turísticos. Si Grecia no puede calmar la situación, esto va a ser un gran problema".Las huelgas se producen en el comienzo de la temporada turística. Este sector representa cerca de un 16% del PIB griego y uno de cada cinco empleos, según los cálculos del Consejo Mundial de Viajes y Turismo en Londres.