La Seda remodela el consejo tras las siete bajas de 2009
La Seda de Barcelona incorporará este año consejeros independientes para compensar las siete dimisiones y bajas contabilizadas desde julio de 2009. El consejo, formado por otros siete miembros, refleja la débil composición accionarial de la compañía, tras la entrada de un representante de la banca acreedora.
El colapso financiero de La Seda de Barcelona también ha alcanzado a sus órganos de Gobierno, especialmente al consejo de administración. El presidente de la compañía, José Luis Morlanes, busca ahora consejeros independientes para devolver la empresa progresivamente a la normalidad, después de la última crisis iniciada en julio de 2009.
De esta forma, el último informe anual de gobierno corporativo depositado en la CNMV destaca que "el consejo tiene intención de incorporar durante el ejercicio 2010 a nuevos miembros que reúnan principalmente la condición de consejeros independientes". Esta voluntad supone un doble objetivo. Por una parte, persigue aumentar los siete consejeros actuales (José Luis Morlanes, Carlos Gila en representación de Inverland Dulce, Carlos Moreira da Silva, los representantes de Caixa Geral y Liquidambar y los recién incorporados Carlos Soria y José Luis Riera), que se acercan al mínimo de cinco que estipulan los estatutos sociales, mientras por otra pretende reorganizar las diversas comisiones de control (auditoría, nombramientos, ejecutiva). En este sentido, la empresa fabricante de plásticos para el sector de alimentación señala que "el consejo de administración ha asumido las funciones propias de la comisión ejecutiva, hasta que se lleve a cabo la ampliación del número de consejeros y la nueva reestructuración de todas las comisiones".
La Seda contaba hace un año con 12 representantes en el máximo órgano de gobierno. A las dimisiones forzadas de Rafael Español en la presidencia, del abogado Jacinto Soler Padró, y de Gustavo Pérez Carballo en la junta de accionistas de agosto de 2009, hay que añadir las bajas de Helena Guardans (la única independiente), la del fugaz presidente Joan Castells, y las de los representantes de Júpiter (uno de los accionistas demandados por la propia compañía) y Oman Oil (otro socio que cuenta con el 5,9% del capital).
Hasta13 contratos con Imatosgil
La compañía informa de 13 operaciones vinculadas con su accionista portugués Imatosgil (mantiene una participación del orden del 10,8). Destacan especialmente los 20,94 millones de euros de dos provisiones por deterioro de saldos a cobrar que La Seda reclama a su socio, además de acuerdos de prestación de servicios, gastos y ventas de activos que suman otros 4,2 millones. En sentido contrario, Caixa Geral (controla el 7,2% del capital de La Seda) acumula cinco contratos con la compañía española, pero que en este caso se centran en acuerdos de refinanciación. Caixa Geral ha facilitado a La Seda un crédito puente de 95 millones que destinará a la reanudación de las obras de construcción de la planta de plástico PTA de Sines (Portugal). El calendario de obras, suspendido desde el pasado mes de septiembre de 2009, reiniciará su actividad a principios de mayo. El préstamo puente representa un avance de la financiación global de la planta por 371 millones de euros.