Tres soluciones distintas para un abultado déficit
El conservador Cameron plantea un recorte fiscal de 7.000 millones
Faltan dos días para las elecciones del Reino Unido, los comicios más decisivos en 50 años. Marcados por la crisis, las propuestas económicas de los tres candidatos aspiran a reducir la deuda a la mitad y a limitar su dependencia de la banca. ¿Llegará a la mayoría el conservador David Cameron? ¿Se consolidará el recién llegado Nick Clegg sobre el 30% de los votos para los liberal-demócratas como auguran los sondeos? ¿Logrará el primer ministro laborista, Gordon Brown, evitar la catástrofe? La respuesta a estas preguntas condicionará la economía británica y la europea. A corto plazo, la libra se juega su estabilidad. El 'sondeo de sondeos' de BBC de ayer daba el 35% de los votos a los conservadores, el 28% a los laboristas y 27% para los liberal-demócratas. La semana pasada las encuestas eran aún más ajustadas y otorgaban el segundo puesto a Clegg.
A largo plazo, la decisión que salga de las urnas podría suponer cambios tan drásticos como que Reino Unido entrara en el euro o que, al contrario, se alejara aún más de las políticas de la UE como quieren los conservadores. La propuesta para reducir la dependencia de la City, el distrito financiero londinense, que llegue a hacerse realidad, servirá como referencia al resto de economías mundiales. Los grandes temas económicos de la campaña son, en primer lugar, cómo reducir el gran déficit de 163.000 millones de libras (187.300 millones de euros) que ha provocado los rescates a bancos británicos. En segundo lugar, las propuestas se centran en encontrar una nueva fórmula de crecimiento, más independiente de la banca. Estos dos asuntos y la inmigración centraron el último de los tres debates televisados de esta campaña, el pasado jueves. El ganador fue Cameron con el 35% de los votos.
Según publicó ayer el diario Daily Mail, citando fuentes del Partido Conservador, Cameron está dispuesto a gobernar sin mayoría y sin pactar con los liberales si gana las elecciones con un número suficiente de escaños.
Alza de impuestos, recorte de gastos y congelación de salarios centran los comicios del jueves
El déficit fiscal supera el 11% del PIB, el mayor desde 1945. Los tres partidos coinciden en que hay que reducirlo a la mitad en cinco años. Lo que varía es la fórmula para ello. El Gobierno laborista ha hecho bandera de su política de incentivar la economía con fondos públicos, que ha conseguido sacar al país de la recesión en el último trimestre de 2009. Según su manifiesto, hay que esperar todavía un año antes de empezar el recorte fiscal. A partir de ahí, se aumentarían las cotizaciones a la Seguridad Social.
Los liberal-demócratas apuestan por lograr el ajuste mediante la reducción de gastos, principalmente en defensa pero también elevando las impuestos sobre las contribuciones a las pensiones, los viajes en avión y las casas más caras. Los conservadores aseguran platean un ajuste fiscal de 6.000 millones de libras (7.000 millones de euros), retrasar la edad de la jubilación a los 66 años y congelar los sueldos de los funcionarios hasta 2011. También reducirían en un 10% el número de parlamentarios. æpermil;ste punto del programa de Cameron es muy criticado por Brown. El primer ministro asegura que un recorte inmediato pondría en peligro la recuperación de la economía. Los tres candidatos han sido criticados, entre ellos por prestigioso Institute for Fiscal Studes, por no especificar en qué áreas precisas van a recortar el gasto público.
Reforma bancaria
No menos peliaguda será la reforma bancaria. Los tres partidos se muestran firmes contra los banqueros y dispuestos a reducir la dependencia de la economía sobre la banca. Pero ¿qué nuevo sector tirará del carro? El financiero representa el 8% del PIB. ¿Cómo se regula la banca sin perder su aportación al empleo? Los laboristas creen necesario un consenso internacional para controlar los bancos sin dañar las economías, los conservadores dicen que aplicarán una tasa a la banca de mil millones de libras (unos 1.150 millones de euros). Los más severos son los liberales que quieren dividir sus actividades y limitar los bonos en metálico a 2.500 libras (2.800 euros). Además, apoyan las energías renovables como nuevo sector estratégico. Todo sigue en el aire hasta el jueves.
El euro en el debate electoral
El liberal demócrata Nick Clegg, que antes de la campaña era un desconocido, ha irrumpido con un discurso novedoso que logra ilusionar a los británicos hasta situarse por delante del primer ministro en las encuestas. Se vende a sí mismo como la alternativa al bipartidismo que gobierna Gran Bretaña desde la Primera Guerra Mundial.El apoyo abierto al euro y a todo lo que supone Europa es uno de sus rasgos característicos. Sin embargo, el precario estado de la moneda común ha sacado al euro del debate electoral. Mientras Clegg se limita a afirmar que apoya el euro pero que nunca lo implantaría sin consultar antes a la población con la convocatoria de un referéndum, Cameron le ha atacado asegurando que "si Reino Unido tuviera el euro como quiere Clegg, "hoy podríamos estar como Grecia".