"Mal podemos planificar sin saber qué médicos hay"

Especialista en medicina familiar, formó parte de la delegación española de médicos generales para la Unión Europea. Ha sido fundador de varias organizaciones profesionales.

Acaba de cerrar el II Congreso de la Profesión Médica y aunque todavía no han salido las conclusiones, previstas para dentro de cinco semanas, ya se siente recompensado. "Resulta muy bueno saber dónde están posicionados la mayoría de los médicos", sostiene. En mitad de la polémica de los facultativos residentes (MIR), que ha permitido que se examinaran un 45% extracomunitarios frente al 10% fijado por ley, el presidente de los médicos españoles sólo repite una palabra: injusto.

El Ministerio de Sanidad explica esta situación por la falta de especialistas en algunas áreas...

Eso ni quita ni pone. Se trata de un problema de justicia retributiva. De competir en igualdad de condiciones. La primeras garantía de obtener una plaza debería ofrecerse a quienes se han formado en España, españoles o extranjeros. Nuestro país no puede formar a licenciados en medicina que no tengan una salida. Además, el expediente, que al final es el 25% de la nota y lo que determina la elección de plaza, no resulta equiparable. No es comparable.

¿Van a hacer algo al respecto?

Sí, ahora vamos a proceder a contabilizar cuántos médicos formados aquí se han quedado sin puesto porque les han hecho la competencia desleal profesionales que vienen de otros lugares y que se han introducido en España por una vía que también habrá que analizar. Han entrado a través de unas entidades privadas, homologadas, que les dan el plácet, tras estudiar un curso. No nos parecen que estos sean procedimientos para un país como el nuestro.

¿Podría solucionar el problema la nueva normativa de homologación de títulos?

Lo mejor que puede hacer el decreto de homologación es ofrecer transparencia. Saber cuántos médicos entran y por qué. Insistimos en que se necesita un registro de profesionales. Dicho esto, no nos gusta tampoco el reduccionismo de la comisión, formada tan sólo por ocho personas, que no sabemos sobre qué van a circunscribir su actuación.

¿Y por qué no existe ese registro?

Es una petición nuestra desde hace siete años. Mal podemos planificar sin saber qué médicos hay, ni qué especialidad tienen o cómo están distribuidos. El Parlamento aprobó ya la puesta en marcha de este proyecto, se hicieron los correspondientes desarrollos, pero falta voluntad política de las comunidades autónomas. Además, se ejecutaría en poco tiempo. Nosotros tenemos información de los médicos colegiados; Educación, de los títulos y los gobiernos regionales, de los contratos. Cruzar estas tres fuentes daría lugar a este registro. Por tanto, no es verdad que no se cubran las plazas porque exista falta de médicos, sino porque no hay concordancia entre las plazas que faltan y los médicos que las quieren.

¿Cuántos se marchan fuera?

Entre 800 y 1.000 cada año, de los 4.000 médicos que se licencian de media.

¿Lo hacen por las diferencias salariales?

Hay que tener en cuenta que cuando un médico termina su formación es una persona muy madura. Además, suelen ser profesionales muy cualificados. Es normal que los médicos busquen los mejores puestos para su desarrollo profesional y la realidad es que existen plazas cuyas condiciones ni son las más atractivas ni cuentan con incentivos de méritos para avanzar.

¿Deben los médicos colegiarse obligatoriamente?

La colegiación de los médicos es obligatoria, según recoge la Constitución, aunque hay cuatro comunidades que no lo exigen para trabajar en su sistema, algo que denunciamos ante Tribunal Constitucional hace nueve años y que todavía está por resolver. Nosotros pedimos que la colegiación sea obligatoria para todos, sanidad pública y privada.

¿Validarán a los profesionales cada seis años?

Lo hemos ofrecido como una fórmula para dar mayor garantía al paciente. Hay compañeros que pueden tener dudas pero será voluntario. No conllevará un examen, ni será punitivo.

"Se debe cambiar el modelo de atención primaria"

Las plazas de médicos de familia siguen sin estar suficientemente demandadas por los profesionales de la sanidad. La razón, según el máximo responsable del Consejo General de Colegios Médicos, es evidente: "si para cualquier médico especialista las cosas se complican al terminar la carrera, para el médico de familia ya no digamos"."Se trata de una tarea compleja que requiere madurez personal y mucha fuerza mental unida a un porvenir regular" explica. Teniendo en cuenta que este tipo de especialista se pasa entre 10 y 12 años realizando rotaciones, sustituciones, guardias, sin poder atender a una población concreta, el resultado no es otro que una carrera no demasiado incentivadora.Por eso, considera que "el modelo de ejercicio de atención primaria se debe modificar". "No quiere decir que los médicos tengan que estar siempre de guardia, sino que cada centro de salud debe reunir una dotación de profesionales suficiente que le permita cubrir las necesidades de una determinada población"."Otorgar más capacidad de organización y de gestión a los centros" es otra de las posibles soluciones a este problema, pero también un nuevo modelo retributivo para los facultativos. "Que una parte de su salario fuera en función de la población que atiende".Además, denuncia que el 30% del tiempo de estos médicos se vaya en tareas burocráticas. "La burocracia nos consume. Las nuevas tecnologías no van a venir a remediar el problema". Desde su punto de vista, son los profesionales a los que se les debe permitir cambiar y hacerles coresponsables del modelo. En este sentido, cree necesario la figura de un médico coordinador de los especialistas para los pacientes polimedicados.