La zona euro rescata a Grecia con 110.000 millones a cambio de un drástico ajuste
La zona euro aprobó ayer el primer rescate de uno de sus miembros en sólo 11 años de historia de la Unión Monetaria Europea. Los ministros de Economía de la zona euro, en una reunión extraordinaria celebrada en Bruselas, acordaron la concesión a Grecia de 110.000 millones de euros durante tres años a cambio de un ajuste equivalente al 11% del PIB del país.
Nueve años después de la fraudulenta entrada de Grecia en la zona euro y dos meses y medio después de que el gobierno de George Papandreu reconociera que, con toda probabilidad, su país no podría hacer frente a una deuda pública de 300.000 millones de euros, la Unión Monetaria Europea se vio obligada ayer a acometer el rescate de uno de sus socios más indisciplinados.
Los ministros de Economía de los 16 países que comparten la moneda única ni siquiera han esperado, como se había previsto, a celebrar una nueva cumbre de jefes de Gobierno y Estado para activar el rescate. La creciente presión del mercado, exacerbada la semana pasada con la revisión a la baja de los ratings de España y Portugal, ya no permitía seguir retrasando lo inevitable. Aún así, los líderes europeos celebrarán una cumbre el próximo día 7 para analizar la situación del rescate.
"Tras la petición de las autoridades griegas cursada el pasado 23 de abril, los ministros de la zona euro han acordado por unanimidad activar el apoyo a la estabilidad de Grecia vía préstamos bilaterales coordinados por la Comisión Europea", anunció al filo de las 19:30 horas de ayer domingo el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker. A su lado, un apesadumbrado George Papaconstantinou, ministro griego de Finanzas, admitía que "es un día muy importante, pero no es un día fácil".
El acuerdo confirma que la zona euro concederá préstamos bilaterales por 30.000 millones de euros durante el actual ejercicio. Y añade otros 50.000 millones para los dos siguientes. Del Fondo Monetario Internacional deben llegar otros 30.000 millones, lo que eleva la factura total del rescate a 110.000 millones de euros.
La recompensa sólo ha llegado después de que el gobierno de George Papandreu pactase en Atenas la noche del sábado un drástico ajuste presupuestario con los representantes de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI. Grecia se compromete a reducir el déficit desde el 13,6% de 2009 al 2,6% en 2014, dos años después de lo previsto en su último programa de Estabilidad. Tras la luz verde, los socios europeos se han comprometido a concluir durante los próximos días los trámites legislativos internos para poder conceder a Grecia los préstamos bilaterales de 2010.
El objetivo del rescate es liberar a Grecia de la presión de los mercados, que han encarecido hasta cotas del 11% la refinanciación de su deuda. El Tesoro heleno afronta el día 19 un vencimiento de deuda de 8.000 millones de euros. Se prevé que para entonces la ayuda haya llegado a Grecia. Ello dará tiempo al Gobierno griego para llevar a cabo un recorte del déficit de 30.000 millones de euros durante los próximos tres años, el doble de lo que había exigido hasta ahora Bruselas. Y se zanja de una vez el riesgo de contagio a otras economías de la zona euro.
"Es un paquete de apoyo sin precedentes para un esfuerzo del pueblo griego sin precedentes", señaló Papandreou en un mensaje televisado que pronunció ante su Consejo de Ministros. El presidente del Gobierno advirtió a sus compatriotas que "tenemos una enorme prueba ante nosotros" para evitar la quiebra del país. "Debíamos elegir entre el colapso o la salvación, " justificó el sacrificio en ciernes Papaconstantinou.
El brutal tajo, admitió el ministro, provocará una caída del PIB del 4% durante este ejercicio, casi el doble de lo previsto hasta ahora (2,25%). La economía griega no recuperará la senda del crecimiento, según Atenas, hasta 2012. El ajuste recibió ayer el visto bueno de la Comisión y el BCE, un aval imprescindible para que el Eurogrupo activase por unanimidad la concesión de los primeros préstamos. Los recortes de gastos y aumentos de impuestos equivalen al 11% del PIB griego.
Bruselas calificó como "sólido y creíble" el paquete de medidas pactadas en Atenas. Francfort aún pidió a las autoridades griegas que "estén preparadas para adoptar medidas adicionales que sean apropiadas para conseguir los objetivos del programa". El calendario de ese programa de austeridad demuestra de nuevo la escasa fiabilidad de los datos presentados hasta ahora por las autoridades griegas y el escaso rigor de la Comisión al verificarlos. Hace sólo tres meses, Bruselas considerara factible que Grecia situase el déficit por debajo del 3% en 2012. El nuevo plan, bajo la tutela del FMI y con medidas mucho más drásticas (equivalentes al 13% del PIB griego), amplía ese plazo hasta 2014.
La canciller alemana, Angela Merkel, que exigió la implicación del organismo de Washington en el rescate griego, reiteró ayer que su presencia da credibilidad al plan. Y aunque sus reticencias han retrasado la aprobación, admitió que el programa de ajuste y rescate "es la única posibilidad para volver a garantizar la estabilidad del euro".
Berlín se negaba a cualquier modalidad de rescate que pudiese violar la cláusula del Tratado de la UE que prohibe a un socio asumir las deudas de otro. Por esa razón, no aceptó la concesión de avales ni la emisión bonos europeos, dos de las posibilidades que se plantearon al principio de las negociaciones del rescate.
Numerosos observadores también han achacado la negativa de Merkel a ayudar a Grecia a un cálculo electoral, porque el próximo domingo, 9 de mayo, su partido se juega la mayoría del Senado en los comicios regionales de Renania del Norte-Westfalia. Una lectura que el entorno de Merkel siempre ha negado. En cualquier caso, el Parlamento alemán tiene previsto aprobar los préstamos a Grecia el próximo viernes, 48 horas antes de que se abran las urnas.
Menos discusión parece haber sobre los errores de Papandreu desde su llegada al poder en octubre de 2009. Tras reconocer el engaño en las cifras de déficit del gobierno saliente, el conservador Costas Karamanlis, el líder socialista se embarcó en un torbellino de contradicciones y rectificaciones que le han llevado hasta la puerta del FMI.
Primero, negó que su país necesitara ayuda. Después amenazó con acudir al FMI si la zona euro no acudía al rescate. Cuando Berlín aceptó la sugerencia, el farol de Atenas quedó al descubierto. Papandreu intentó entonces tranquilizar a sus ciudadanos, afirmando que la intervención del Fondo no supondría condiciones adicionales a las pactadas con Bruselas. Ayer tuvo que admitir que no es así. El plan de ajuste es mucho más exigente que el previsto por la UE. Y Grecia probará unas recetas de las que casi ningún país ha salido indemne.
España aportará 9.800 millones de euros, y el FMI otros 30.000
De acuerdo con la cuota en el Banco Central Europeo, España tendrá que aportar hasta 9.800 millones de euros de los 80.000 con los que la zona euro acordó ayer apoyar las finanzas públicas griegas. Según explicó la ministra de Economia, Elena Salgado, este año España prestará a Grecia 3.672 millones de euros.Las ayudas se efectuará a través de préstamos bilaterales de cada Estado de la zona euro a Grecia a un tipo de interés de en torno al 5%, según explicaron en rueda de prensa los responsables de finanzas comunitarios. Este nivel es superior al que pagan por su deuda países como España -en el entorno del 4%- pero muy inferior al tipo que exige el mercado a Grecia, que llegó al 11% la semana pasada.Alemania será el Estado que más aporte, el 28% del total del plan europeo, es decir 22.400 millones de euros. Una vez aprobado el plan europeo, cada Estado deberá aprobar las partidas de préstamo correspondientes. En todo caso, una primera partida deberá estar disponible antes del día 19, fecha en la que Grecia afronta vencimientos de deuda por 8.000 millones. El Fondo Monetario Internacional, por su parte, aportará otros 30.000 millones. Según declaró ayer el director gerente del fondo, Dominique Strauss-Kahn, la junta de gobernadores del FMI aprobará de forma definitiva las ayudas esta semana. "Las medidas adoptadas por Grecia merecen un nivel excepcional de acceso a la financiación del fondo", apuntó.
Plan de austeridad griego
1. Subidas de impuestos. El IVA general se subirá hasta el 23%, tras la reciente subida hasta el 21%. Los impuestos especiales de tabaco, alcohol y combustibles se incrementan en 10 puntos. Se establecen nuevos gravámenes para la propiedad inmobiliaria, los productos de lujo y los juegos de azar. Además, se creará un impuesto especial a las empresas con grandes beneficios. Estos son parte de los recortes que los griegos tendrán que asumir en el próximo trienio.2. Funcionarios. Congelación salarial durante tres años y supresión de dos de las 14 pagas para los funcionarios que ganen más de 3.000 euros mensuales. Se paralizará la contratación pública. "Lo que es positivo", señaló el primer ministro griego, George Papandreu, durante su alocución televisada de ayer en la que anunció el plan de ajuste, "es que los empleados del sector privado no se verán afectados" por el plan.3. Pensiones. Los pensionistas que perciben más de 2.500 euros mensuales también perderán dos de sus 14 pagas. La edad mínima para la jubilación se retrasa hasta los 60 años. El cálculo de la pensión se hará en base a toda la vida laboral. Y se requerirán 40 años de cotización, en lugar de 37, para cobrar el 100% de la jubilación.4. Reforma administrativa. El número de municipios y entidades locales pasará de 1.300 a 340.5. Liberalización. Se liberalizarán profesiones cerradas por distintas reglamentaciones gremiales, como la de los taxistas, y se facilitará el despedido, con una indemnización menor a la hasta ahora existente.6. Privatizaciones. Entre las medidas acordadas con el FMI, la Comisión Europea CE y el Banco Central Europeo (BCE) se incluye también que el Estado deberá vender o reducir su presencia en empresas semipúblicas o públicas y se liberalizarán los sectores de la energía y el transporte.7. Control. La CE evaluará trimestralmente el cumplimiento del plan.