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Renovables

Necesidad de un marco normativo claro y estable

Las eólicas y fotovoltaicas evolucionan acotadas por la normativa europea, que prevé el 20% de energías renovables en su 'mix' energético en el horizonte de 2020

La energía eólica marcó en noviembre de 2009 su primer hito en España. El temporal que azotó la Península favoreció que los molinos inyectaran más del 50% de la electricidad en el sistema, por primera vez. El colapso esperado de la red no se produjo. No hubo apagón y sí demanda suficiente para canalizar la oferta eléctrica.

El sector vivió aquel episodio con gran entusiasmo. El récord volvió a producirse en diciembre y en enero de este año. En paralelo, Iberdrola Renovables se alzó a finales de 2009 como la segunda empresa de energía eólica de EE UU, de la mano del sistema de ayudas públicas de ese país. Además, en los próximos meses al menos cuatro compañías de energía solar nacionales saldrán a Bolsa, un gesto bienvenido por los inversores.

Todos los elementos parecen estar reunidos para que las energías limpias integren la Tercera Revolución Industrial, indispensable para el repunte de la economía, no sólo española, sino mundial. Lo dice, entre otros, el asesor del Gobierno y economista Jeremy Rifkin. "Las renovables salvarán a España", sentenció recientemente en las páginas de este periódico.

"El primer reto para crecer es que los reguladores entiendan el sector", según José Donoso, presidente de la AEE

Ahora, ¿qué necesita el sector para apuntalar su virtud sanadora de la economía? "El primer reto es que los reguladores entiendan nuestro sector", explica José Donoso, presidente de la Asociación Empresarial Eólica (AEE) y director de promoción de Gamesa Energía.

Que el horizonte normativo esté claro y sea estable es la llave que abrirá la confianza y las inversiones, como coinciden en señalar numerosas voces del sector. "Es necesario pensar a largo plazo", explica José María Vélez, presidente de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA). Sobre todo, por una razón fundamental, y es la directiva europea que fija en el 20% la aspiración de cubrir la demanda energética con renovables en el año 2020.

Pero no sólo el calendario europeo debería marcar la apuesta del Gobierno por un mix energético que cuente con las renovables de forma clara. "Detrás de esta crisis coyuntural subyace una crisis estructural en la que ya estábamos antes, la energética", afirma Donoso.

La creciente demanda de los países emergentes, con China a la cabeza, trasladará mayor presión a los mercados. Por ello será conveniente disponer de fuentes de energía autóctonas, explican los observadores. Hoy, España es prácticamente una isla energética que importa más del 80% de los hidrocarburos que consume. Por esta razón, el sector define como siguientes prioridades para su desarrollo una nueva interconexión con Francia, inicialmente prevista para 2014, el fortalecimiento de las redes de distribución y la creación de mayor capacidad de bombeo para almacenar la energía.

De cumplirse estas premisas, las renovables aportarán 2.911 millones de euros al PIB español en 2012, de la mano sobre todo de la eólica y de los biocarburantes. El sector espera ahora el Plan de Acción Nacional de Energías Renovables, que desglosará el objetivo vinculante en objetivos particulares para cada una de las distintas tecnologías.

El empuje del coche eléctrico

No será para mañana, pero el coche eléctrico ha llegado para quedarse, según apunta una abrumadora mayoría de observadores. Tardará algo más de una década en instalarse como la futura movilidad por carretera. La recarga de sus baterías impulsará la demanda de energía eólica, y así una mayor penetración de éstas en el sistema eléctrico.

El sector madura al calor de la bolsa

Cada vez más analistas se especializan en el seguimiento de energías limpias. También nacen fondos específicos sobre este sector. Las renovables han dejado de ser marginales en los mercados. "Cada vez los gestores tienen más recursos para invertir en este segmento", explica Raimundo Fernández, analista de Nomura.Ahora, la proyección de saltar al parqué de varias compañías españolas graba en el mármol el papel clave que este sector tiene en España y en el ámbito internacional. "El sector español es cada vez más maduro por su tamaño y su experiencia", añade Fernández.La primera en dar el salto fue Fersa Energías Renovables, especializada en eólica, en mayo de 2007. Un mes después fue Solaria la que debutó. Cerró su estreno con una subida del 25,9%.Y ya hay otras tres empresas que preparan su salida bursátil. T-Solar, que por el momento concentra toda su actividad en España, prevé estrenarse este año para captar unos 300 millones de euros y así financiar su crecimiento en el extranjero. La empresa espera que en 2012 el 60% de su potencia esté instalada fuera, con la mirada puesta en EE UU, Italia, India y Francia.Renovalia está a punto de ingresar en el parqué. La compañía anunció a principios del mes de abril su debut inminente.Por su parte, Eolia Renovables ultima su salto bursátil, aunque ya ha explicado que no será antes del verano. La compañía prepara su ingreso en Bolsa desde hace más de dos años.

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