Portugal aboga por la unidad para acelerar el ajuste y salir de la crisis
Las dudas que se ciernen sobre la economía portuguesa y la rebaja del rating aprobada por Standard & Poor's el pasado lunes obligaron al primer ministro luso, José Sócrates, a tomar una medida sin parangón entre sus vecinos.
La posibilidad de que Portugal siguiera el mismo camino que Grecia aceleró la consecución de un pacto con el líder de la oposición, el socialdemócrata Pedro Passos Coelho, para acelerar las reformas que estaban previstas en el plan de ajuste enviado a la Comisión Europea.
Un acuerdo que no tiene visos de que se pueda reproducir en España, ante las diferencias que separan al presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, y al líder de la oposición, Mariano Rajoy, sobre cómo superar la difícil situación económica que atraviesa España. Zapatero defiende la gestión de la crisis y considera que se están empezando a ver los primeros síntomas de recuperación, mientras que Rajoy le acusa de incapacidad para salir de la actual coyuntura. Entretanto, el Gobierno portugués ha anunciado que acelerará la aplicación de buena parte de las medidas planteadas, con el objetivo de reducir el déficit. Una de las más impopulares es la congelación de los salarios públicos, que ha provocado un rosario de manifestaciones en sectores como la sanidad, el transporte ferroviario o correos.
Otra de las actuaciones que se pondrá en marcha es el mayor control de las prestaciones por desempleo y los subsidios sociales que se están pagando. "No puede compensar estar en paro en lugar de trabajar", señaló Socrates, quién advirtió que también se crearán nuevos peajes en varias carreteras portuguesas y se aplicará un tipo del 45% en el IRPF para las rentas más altas.
Otra de las partidas que se verá afectada por el menor gasto será la inversión, como la conexión del AVE con España, que se retrasa dos años.
Defensa de Francia
El ministro francés del Presupuesto, François Baroin, insistió ayer en que la situación de Portugal y de España "no tiene nada que ver" con la de Grecia y criticó a los especuladores, a los que subrayó el mensaje de que no habrá reestructuración de la deuda griega.