_
_
_
_
En portada

El Ibex supera el examen de Grecia

La solicitud oficial de la ayuda libera la presión que condicionaba a los mercados y permite a la Bolsa cerrar la semana con una subida del 0,89%

Grecia no ha podido evitar lo que el mercado se temía desde hace semanas: el Gobierno heleno solicitó ayer de forma oficial la activación del plan de ayuda pactado por la UE y el FMI, que supondrá, si se ejecuta en su totalidad, el desembolso de 45.000 millones de euros para que Grecia pueda hacer frente a sus obligaciones más inmediatas, aunque no hay que olvidar de la deuda pública total del país ronda los 300.000 millones y seguirá en aumento en los próximos años. Los grandes inversores internacionales han estado apostando de forma masiva contra Grecia hasta que se ha llegado a un desenlace esperado y temido a partes iguales. Las Bolsas europeas experimentaron el viernes un importante repunte. El Ibex cerró con una subida del 0,89%, que llegó a ser del 1,9% en el mejor momento.

Pese a todo, el balance de la semana es negativo para la Bolsa española, con un retroceso acumulado en el conjunto de las cinco sesiones del 3%, el más abultado de los grandes índices europeos. El castigo no se centra sólo en un sector, sino que ha sido generalizado. Grifols ha perdido un 11,5%, penalizado doblemente por ser un valor español y por las perspectivas de una reducción drástica en el gasto farmacéutico en EE UU; Gamesa ha cedido un 8,21%; Bankinter cayó un 8,19%, lastrado en el tramo final de la semana por la caída de resultados a consecuencia de un incremento en la dotación de provisiones; Sacyr se dejó un 6,89%; y Ferrovial, afectada por el inesperado impacto mundial del volcán islandés, salda la semana con una caída del 6,82%.

Aquí termina el primer asalto de los mercados. Pero no parece que el asunto haya terminado. Todos los países con un desequilibrio importante en sus cuentas están bajo cuestión. En el punto de mira se encuentran España, Portugal, Irlanda y, en menor medida, Italia. De momento, lo que hubo el viernes fue una tregua en todos los índices. Los inversores aprovecharon los ajustes de los últimos días para entrar en valores castigados, lo que permitió ganancias en todos los grandes índices: el Euro Stoxx mejoró un 0,71%; el Cac de París, un 0,68%; el Dax de Fráncfort, un 1,47%; el Footsie de Londres, un 1,03%. Los países en tela de juicio también experimentaron ganancias. Así, el índice PSI de Lisboa ganó un 0,68%; el Footsie MIB de Milán, un 0,48%; el Irish Overall Index avanzó nada menos que un 2,84%. En Grecia, también hubo un cierto respiro y en el índice Athex de Atenas las pérdidas fueron mínimas (0,15%).

Termina el primer asalto de los mercados, pero el miedo sigue presente

En el mercado de deuda soberana, los bonos de los principales países bajaron de precio. Ese el fue el caso del bund alemán a 10 años, el valor más líquido de la renta fija europea, que retrocedió un 0,14%; el precio del bono español al mismo plazo cedió un 0,3%. En cambio, la deuda griega, muy castigada, experimentó una subida del 1,8%. En cualquier caso, la rentabilidad exigida al mercado por los bonos de Grecia a 10 años sigue siendo muy alta: un 8,67%, unos 560 puntos básicos por encima de bund germano, cuya rentabilidad es del 3,05%. España paga un 3,99%. Los cambios han sido dramáticos a lo largo de la semana, ya que Grecia empezó pagando un 7,4%; el bono español, un 3,8%.

Indicadores mixtos en EE UU

Mientras en Europa comenzaba a despejarse una parte del panorama, de Estados Unidos siguen llegando señales confusas sobre su economía. El índice de órdenes de bienes duraderos reflejó una contracción inesperada, mientras que la venta de viviendas nuevas experimentó un brusco aumento del 30%.

El acusación de la SEC de fraude contra Goldman Sachs sigue pesando en el ambiente, lo que no ha impedido que el controvertido banco presentase esta semana unos excelentes resultados trimestrales, lo mismo que su rival Citi. La batalla sobre la regulación bancaria está en su apogeo en Washington y las próximas semanas serán fundamentales. El resultado final es que las ganancias fueron limitadas en Wall Street en la sesión del viernes, aunque el balance semanal es más positivo que en Europa: el Dow Jones cierra la semana con un avance del 1,68%; el S&P 500, con una ganancia del 2,11% y el tecnológico Nasdaq, con una revalorización del 1,97%.

El principio de resolución de los problemas de Grecia tuvo el efecto de frenar la carrera depreciadora del euro, que llevaba seis jornadas consecutivas cotizando a la baja contra el dólar. La moneda europea se cruzó el viernes a 1,3365 dólares, una apreciación del 0,5%. El euro también se revalorizó un 0,65% frente a la libra y un 1,2% contra el yen.

El factor contagio

Durante los últimos meses, autoridades, instituciones políticas y expertos económicos han insistido en que la situación de España no tiene nada que ver con la de Grecia, pero eso importa poco cuando la fuerza de mercado concluye que sí. El castigo a los activos que llevan la etiqueta de riesgo ha sido, pues, constante.Una vez que la presión sobre Grecia se ha mitigado de forma momentánea, las armas se empiezan a afilar en busca de otro país con problemas. Portugal sufrió el viernes el embate de los inversores, y vio como el diferencial de la deuda soberana lusa respecto a la alemana hacía máximo del año, al superar los 187 puntos básicos; esto significa que los inversores le están exigiendo a Portugal 1,87 puntos porcentuales más que a Alemania, si bien la calificación crediticia de la deuda portuguesa es sensiblemente menor que la de la Alemana: una doble AA con sesgo negativo en el mejor de los casos (la valoración de Fitch Ratings), frente a la incólume triple A germana.Uno de los motivos por los que el mercado está tan preocupado con Portugal es que tiene que emitir un volumen de deuda superior al 20% para financiar el déficit y los vencimientos de deuda, un volumen muy similar al de Grecia.Otro país al que recientemente se puso en la picota fue Irlanda, cuya deuda ha pasado en dos años del 25% al 65% del PIB. El perfil de crecimiento tiene similitudes con el español y también sufre los efectos del boom inmobiliario, Irlanda impuso drásticas medidas de recorte de gastos, que le han servido para mantener cierto respaldo del mercado. El diferencial respecto al bund alemán se situó ayer en algo más de 170 puntos básicos.España sigue teniendo sobre el horizonte el problema de una tasa de desempleo cercana al 20% y con pocos visos de retroceder. Lo que esto implica no es sólo una dificultad de reactivación del crecimiento por la vía del consumo, sino también un incremento del gasto público en ayudas a parados y una caída de la recaudación fiscal. El spread sobre la deuda alemana se ha situado en 93,7 puntos, cerca del máximo anual, pero lejos de los 120 que llegó a alcanzar en 2009.

Más información

Archivado En

_
_