Isidro Fainé es elegido nuevo presidente de las cajas
El consejo de administración de CECA ha elegido por unanimidad al presidente de La Caixa , Isidro Fainé, sustituto de Juan Ramón Quintás, y a Amado Franco, de Ibercaja, vicepresidente al ocupar la plaza que deja Fainé.
La CECA afirma en un comunicado que el nombramiento de Fainé como presidente es de acuerdo a la candidatura única consensuada por todas las cajas. El consejo de administración ha comunicado que la comisión ejecutiva estará compuesta por Isidro Fainé, Amado Franco, Rodrigo Rato, Braulio Medel y Modesto Crespo, además de por el secretario, Carlos Egea, y el director general, José Antonio Olavarrieta.
El consejo de las cajas de ahorros asegura que el sector necesita evolucionar y adaptarse a los nuevos escenarios económicos y financieros. Por ello ha adaptado una serie de criterios entre los que se encuentra el impulso a un marco normativo para el sector y la adopción de fórmulas para reforzar los recursos propios de las cajas ante la nueva normativa de solvencia Basilea II.
Asimismo, el consejo de administración de la CECA ha acordado nombrar, por unanimidad, a Juan Ramón Quintás como presidente de honor y proponer a la asamblea general que le conceda la medalla al mérito en el ahorro.
Retos del nuevo presidente
El nuevo presidente deberá a comenzar a trabajar desde mañana en la reestructuración de las cajas de ahorro, que, hasta ahora, han rubricado entidades como CCM y Cajastur, las cajas catalanas, Caja España y Caja Duero y las cajas que integran Banca Cívica.
El sector ya descuenta que al menos la mitad de las cajas deberán integrarse y dejar una nueva red fuerte, con menos de 30 entidades, y capaz de competir. Sin embargo, en su fortaleza no sólo influirá la propia reordenación, sino también las nuevas exigencias de capital.
En este sentido, el candidato que finalmente coja el timón de la institución deberá encontrar la salida al debate sobre la fórmula más eficaz para que las cajas puedan dotarse de capital igual que un banco, y que, actualmente, se limita a las cuotas participativas sin derechos políticos o a la creación de un 'holding' bursátil.
Además, el segundo semestre del año podría incorporar de nuevo en la agenda de las cajas un debate aparcado desde hace años y que las propias entidades consideran prioritario: la reducción del peso político en los consejos de administración, que implica una modificación de la Ley Orgánica de las Cajas de Ahorro (Lorca). `