Bruselas divide el espacio aéreo según el riesgo y reforma la seguridad
El espacio aéreo europeo quedará dividido desde las 8.00 horas de hoy en tres zonas en función del grado de exposición a la nube volcánica, lo que supone la primera gran medida de la Unión Europea para desatascar el colapso en el tráfico de aviones de los últimos días. El ministro de Fomento, José Blanco, asegura comprender el impacto en el balance de las aerolíneas, pero cree que por encima de todo está la seguridad de los pasajeros.
Los ministros de Transporte de la UE validaron ayer por la tarde la decisión adoptada por Eurocontrol que se encamina a una "progresiva y coordinada" apertura del espacio aéreo europeo. Para ello, desde hoy a las 8.00 horas se distribuirá el espacio aéreo europeo en tres zonas en función de su grado de afección por la nube volcánica. Una primera zona es la que se encuentra en el núcleo central de las emisiones "y en la que se mantiene la restricción absoluta de las operaciones". Una segunda zona es aquella en la que pese a "apreciarse restos de cenizas", no se impide el tráfico aéreo. "Estas zonas deberán ser confirmadas de manera coordinada por las autoridades de los estados miembros", comentó ayer el ministro de Fomento. Finalmente, la tercera área sería la que está completamente libre de la nube, en la que se encuadra España.
Eurocontrol calcula que esa diferenciación podría abrir al tráfico el 30% del espacio que se ha cerrado. Y que para el próximo jueves, salvo cambio de las condiciones meteorológicas, el tráfico volverá a la normalidad. La actualización de la medida se realizará cada seis horas.
Los ministros de Transportes de la UE celebraron ayer por la tarde una reunido presidida por el titular español, José Blanco, que se celebró por videoconferencia. Además de validar la decisión de Eurocontrol de dividir en tres el espacio aéreo, los ministros solicitaron a la Comisión Europea que "contribuya a favorecer una ágil coordinación que permita la movilidad de los ciudadanos europeos a través de medios alternativos de transporte". Es fundamental que todos los Estados miembros garanticen "el pleno funcionamiento" de los medios alternativos de transporte.
En Estados Unidos se deja en manos de cada aerolínea la decisión de atravesar o no la zona afectada
Blanco explicó que la UE es consciente del impacto que el colapso del tráfico aéreo está teniendo en las aerolíneas pero aseguró que por encima de todo está la seguridad de los pasajeros. En la reunión de ministros de Transporte no se habló de ayudas porque la prioridad era agilizar el tráfico de pasajeros en Europa. "Somos conscientes de que las aerolíneas pasan por graves dificultades pero la seguridad es lo primero", añadió Blanco. A pesar de esto, el ministro de Fomento admitió que los protocolos que regulan las actuaciones ante este tipo de situaciones son de 1982 y "es necesario actualizarlos". Sobre cuándo volverá la normalidad en el espacio aéreo europeo, José Blanco no dio una fecha exacta.
Reacción desproporcionada
Las autoridades europeas del sector aéreo reconocieron ayer que la reacción ante la nube de cenizas puede haber sido desproporcionada y admitieron que los protocolos de seguridad para estos casos excepcionales podrían ser revisados. La Comisión Europea, además, abrió la vía para que los Estados puedan compensar a las líneas aéreas, como ocurrió tras el 11-S por las pérdidas sufridas por el cierre indiscriminado del espacio aéreo. Entonces superaron los 7.000 millones de euros, si bien las compañías calculan que el daño sufrido en esta ocasión puede haber sido aún mayor.
Esta crisis de puede provocar también cambios a más largo plazo, según reconoció tras la reunión de los ministros, Bo Redeborn, directivo de Eurocontrol. Redeborn señaló que en este caso, quizá, "se ha pagado un precio en el interés de la seguridad, pero esperamos que la próxima vez se pueda hacer mejor". La misma fuente recordó que en sectores como el de la navegación aérea "hay una cultura de la seguridad que hace que todo el mundo apueste por ella" cuando surge un contratiempo.
Entre los cambios que se podrían introducir en el futuro, figura el de adoptar el modelo de alerta estadounidense, que se limita a comunicar la presencia de ceniza volcánica en el aire y deja en manos de la compañía o del piloto la decisión de atravesar o no la zona. También se podría refinar el método de alerta para distinguir la presencia de la ceniza en función de la altitud, lo que permitiría, en ciertos casos, que los aviones sobrevolasen la zona potencialmente peligrosa. En EE UU, ni en ningún otro país, ha ocurrido ningún accidente atribuido a la ceniza volcánica.
Los controladores ponen condiciones
El conflicto entre el Ministerio de Fomento, AENA y los controladores se coló ayer en la situación de emergencia provocada por el volcán islandés. El sindicato USCA emitió un comunicado en el que el colectivo aseguraba que ante el ofrecimiento del ministro de Fomento, José Blanco, "ofertando la red española de aeropuertos como plataforma para acercar a los ciudadanos europeos a sus países de origen, queremos mostrar nuestra buena disposición para ayudar a resolver la situación creada". Los controladores añaden: "Estamos dispuestos a asumir el ingente incremento de trabajo que esto va a suponer, incluso con la grave carencia de personal que arrastramos".Según los cálculos de USCA, el ofrecimiento de Fomento implica "la necesidad de poder contar, en régimen de urgencia y en sus puestos operativos, a los 62 profesionales que han sido apartados de su trabajo por tener más de 57 años". Estos controladores, según la USCA, aportan experiencia, veteranía y saber hacer, virtudes adquiridas a lo largo de 30 años de servicio, y es fundamental su recurso en esta grave situación. El sindicato reitera el compromiso de sus afiliados con el servicio de control del tráfico aéreo, a pesar de la "grave situación" por la que pasan desde la entrada en vigor de la citada normativa, que "ha supuesto una grave disminución de las horas de descanso y un aumento indiscriminado de sus días de trabajo, con la adjudicación de servicios forzosos".
Ayudas
Blanco admitió ayer que el colapso del tráfico aéreo está teniendo "graves consecuencias" para las aerolíneas, pero aseguró que lo prioritario es la seguridad. No obstante, reconoció que los protocolos son de 1982 y que es necesario "actualizarlos".