Los controladores reiteran que existe una grave carencia de personal en AENA
El sindicato de controladores aéreos insiste en que AENA tiene una severa carencia de personal de control, agravada por la retirada de los 58 profesionales, tras la entrada en vigor de la ley el jueves pasado. Denuncia que la compañía sigue solicitando voluntarios para hacer horas extras y advierte que con las nuevas programaciones los controladores de Madrid habrán consumido en otoño el tope de 1.750 horas laborales anuales.
El escenario del duro contencioso que AENA mantiene con sus controladores desde hace un año ha vivido un cambio drástico en las últimas semanas. En primer término, desde el jueves está en vigor la ley que reforma el control aéreo en España y cambia por completo las reglas de juego.
Por otro lado, en la dirección del sindicato de controladores USCA han entrado en las últimas semanas caras nuevas y, aunque formalmente no ha habido cambios, se ha fijado una nueva estrategia con una mayor implicación del colectivo, en la que "va a primar más lo profesional que lo sindical".
César A. Cabo, miembro del comité ejecutivo de USCA y una de las caras nuevas del sindicato, ha querido salir al paso de las declaraciones del presidente AENA y publicadas el viernes en una entrevista por CincoDías, al advertir que la entrada en vigor de la ley y la salida "inmediata y sin el menor miramiento de 60 profesionales muy cualificados que han cumplido 57 años" crea "una situación muy grave de carencia de personal en los centros de control más importantes de la red, y muy en especial en Madrid, donde de un día para otro se ha pasado de una plantilla operativa de 155 controladores a otra de 130".
Juan Lema, en la entrevista con este diario, negó que existiera "carencia de personal de control. Muy al contrario", para luego asegurar que "a corto plazo la entrada en vigor de la ley tiene un cierto impacto porque nos obliga a retirar de sus funciones operativas a 58 controladores". Explicó, sin embargo, que "estos puestos han sido cubiertos en su mayoría con controladores menores de 57 años que estaban realizando otras funciones, por ejemplo formativas".
Para demostrar que en muchos centros de control, y en especial en Madrid, existe una "escasez de personal acuciante", César A. Cabo revela que la Dirección Regional Región Centro Norte de AENA envió mensajes cortos a los móviles de los controladores con el siguiente texto: "Se solicitan voluntarios para cubrir la Sala de Control los próximos días 7 días. Gracias".
Los nuevos responsables de USCA aseguran que no han dado ninguna consigna al colectivo en el sentido de que no se apunte para hacer horas extraordinarias. "Cualquier controlador es libre de hacer lo que quiera", afirma Cabo, para después precisar que "con el ambiente de tensión que se vive en la empresa lo raro es que alguien esté dispuesto a ampliar su jornada, máxime cuando las horas adicionales se pagan al precio de las normales".
Cabo afirma que, ante la carencia de personal, AENA está elaborando unas programaciones intensivas que "obligan a la plantilla a trabajar de manera continuada, con la asignación de servicios inexcusables en periodos asignados a vacaciones". "El fin de semana pasado se señalaron 14 servicios inexcusables en Madrid a 14 controladores que tenían jornadas de vacaciones".
Este hecho provoca que los controladores estén cubriendo los días de su jornada laboral anual "de una manera acelerada". "Si las cosas siguen así, los trabajadores de los centros principales, y muy especialmente los de Madrid, habremos agotado el tipo de horas laborables anuales que se ha fijado en la ley en 1.750. ¿Qué harán Fomento y AENA en ese momento? ¿Fijar una nueva jornada anual?".
Otro de los nuevos nombres de USCA, Daniel Zamit, explica que ante la escasez de personal el pasado jueves se abrieron en Torrejón de Ardoz siete sectores de control sobre los diez que serían los deseables. "Entonces surgió el problema del impacto de la ceniza volcánica suspendiendo vuelos al norte de Europa, y ello permitió enmascarar el problema de la carencia de personal".
Entrada de pago
La asamblea de controladores de USCA celebrada la semana pasada en Madrid tuvo una peculiaridad nunca vista entre las costumbres sindicales. Cada uno de los participantes pagó cinco euros en concepto de entrada. Lo recaudado fue destinado al alquiler del local donde se celebró la reunión.
La negociación del convenio continúa
La dirección de AENA y los miembros de la comisión negociadora designados por el sindicato USCA se vuelven a reunir esta tarde para intentar consensuar un nuevo convenio colectivo. Los trabajadores creen que el marco legal estrenado deja muy poco margen para la negociación colectiva. La dirección de la empresa pública, por contra, muestra su convencimiento de que se alcanzará "un buen acuerdo".Durante las últimas semanas se ha producido un profundo cambio en la relación de poder en el sindicato USCA. La dirección histórica de la central, encabezada por Juan Gil, ha dejado paso a un grupo de controladores que cuentan con el respaldo de los principales centros de control, especialmente el de Torrejón en Madrid. Gil se encuentra ya en edad de jubilación.La nueva dirección convocó un encuentro de afiliados durante la semana pasada en Madrid al que acudieron más de 400 controladores de todos los puntos de España. El clima entre el colectivo es de "gran disgusto", según personas que participaron en el encuentro. No obstante, los nuevos dirigentes lograron convencer a los afiliados que es muy importante en estos momentos mantener "un respecto escrupuloso a la nueva legislación aprobada para evitar que cualquier incumplimiento desemboque en sanciones". El sindicato está convencido de que la regulación adoptada "además de ser injusta se demostrará ineficaz para dar un buen servicio".