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Rudy Provoost. Vicepresidente ejecutivo de Philips y presidente de su división de alumbrado y del consejo de sostenibilidad de la multinacional

"Cumplimos el sueño de llevar la luz digital a los hogares"

Nacido en Bélgica en 1959, es licenciado en Psicología y Administración de Empresas. Pasó por Procter & Gamble, Canon y Whirlpool en los primeros años de su carrera, para incorporarse a Philips en 2000

"Cumplimos el sueño de llevar la luz digital a los hogares"
"Cumplimos el sueño de llevar la luz digital a los hogares"

La nueva iluminación electrónica o digital creada y alimentada por la energía que aportan circuitos informáticos y conocida como LED, aterriza a partir de esta misma semana en los hogares europeos. Las siglas LED responden a la denominación en inglés del concepto "diodo emisor de luz". La tecnología LED no es en si misma una novedad. Como concepto está en el mercado desde 1969, pero no había logrado hasta ahora la suficiente fuerza de iluminación.

Lo que resulta completamente revolucionario es que una bombilla fabricada sobre este concepto de luminosidad fría, que ahorra hasta el 80% de la energía en relación con los sistemas precedentes, pueda enroscarse y dar luz en las casas de millones de europeos a partir de ahora mismo.

El máximo responsable de la división de alumbrado de Philips, Rudy Provoost, califica de "sueño conseguido" el lanzamiento que la multinacional ha realizado en la feria Light & Building que se celebra en estos días en la ciudad alemana de Fráncfort: la bombilla de LED que puede sustituir en cualquier hogar a las convencionales de 60 vatios sin pérdida de luminosidad.

"Los dos grandes beneficios son el alargamiento de la vida útil y el ahorro energético"

Le veo orgulloso. ¿Qué pasa? ¿Es que Philips ha inventado de nuevo la bombilla?

Han sido muchos años de desarrollo y de investigación. Ahora lo que podemos decir es que hemos hecho realidad el sueño de fabricar una lámpara de LED que es capaz de sustituir en los hogares con igual o mayor luminosidad a la bombilla convencional de 60 vatios, pero con una reducción de consumo de hasta el 80%.

Esta lámpara maravillosa, ¿es un producto que ya está disponible para los clientes o habrá que esperar procesos de homologación por las autoridades?

El producto estará disponible de inmediato para los clientes europeos. Es cierto que hemos sometido la nueva lámpara al departamento de la energía en Estados Unidos y todavía nos encontramos en proceso de prueba para ese país. En cuanto el test haya concluido procederemos a lanzar el producto en Estados Unidos.

No queremos, sin embargo, que el programa de lanzamiento de la nueva bombilla de LED quede pendiente de los ritmos al otro lado del Atlántico. Por ello hemos aprovechado la feria Light & Building para lanzar el producto en Europa. Y en las próximas semanas presentaremos la bombilla de LED en el mercado asiático.

¿Cuáles son las dificultades que les ponen las autoridades de EE UU?

El departamento de la energía en EE UU exige una luminosidad de 900 lumen mientras que en Europa ese requerimiento es de 750. Nuestro producto aporta 800 lúmenes.

¿No le parece que Philips arriesga mucho en esta operación? Al consumidor particular le está costando mucho entrar en la tecnología de las llamadas bombillas de bajo consumo. No les gusta el tipo de luz que dan. Y ahora ustedes les exigen un nuevo cambio.

Las reticencias por parte del consumidor no son tanto por el rendimiento de la bombilla en si, sino por el precio, en el caso de las bombillas de bajo consumo. Pero con la oferta de LED se ofrece al cliente mucho valor añadido. La compra de bombillas de LED por parte de consumidor y por parte del consumidor profesional se está viendo más como una inversión que como una compra.

El cliente paga más en el momento de la adquisición, pero la vida de la lámpara y, por tanto, el tiempo de amortización son mayores. Es un viaje que la gente tiene que hacer. Hay que pensar más en la inversión que en adquirir el producto más barato posible.

¿El mayor beneficio está en la duración de los equipos?

Los dos grandes beneficios reales del LED son dos. Uno, el valor que le aporta el alargamiento de la vida útil, pero el otro es la eficiencia energética que proporciona.

Dicho de otro manera; hay dos elementos que hacen al LED más sostenible: que es amable con el medio ambiente y que es eficiente desde el punto de vista energético. El simple reemplazo de una bombilla permite una reducción entre el 50% y el 60% en el consumo. Pero si ponemos en juego algún sistema de gestión de los aparatos de luz esa reducción llega hasta el 80%.

La luz producida por los transistores

La iluminación LED se produce por la energía que provoca el funcionamiento de los transistores. Esta la iluminación se consigue por el movimiento de los electrones dentro del material semiconductor al aplicarles una tensión. Los expertos recalcan que en muchos campos se ha pasado de las soluciones analógicas a las digitales. Y en ese sentido se podría afirmar que LED es la luz digital.Las tecnologías con las que estamos familiarizados producen iluminación por incandescencia y por fluorescencia. Su mayor consumo y la corta edad de los equipos se justifican por que sus fuentes lumínicas se basan en la producción asociada al calor. La bombilla del nuevo equipo produce luz fría por efecto de la actividad de microchips lo que confiere a sus productos derivados una vida prolongada y un gasto de electricidad que es un 80% inferior a los sistemas anteriores.Según el estudio realizado para Philips por la consultora Market AAD entre 1.790 ingenieros, distribuidores, instaladores y arquitectos, el 75% de ellos afirma haber comprado o prescrito productos con tecnología LED. Para el 60% de los profesionales del sector, son la tecnología del futuro por su eficiencia y aplicaciones.Los segmentos donde más se están utilizando son la señalización (56,1%), seguido del uso doméstico (54%), el comercio (42%) y en las oficinas (32,7%). Un aspecto cada vez más valorado es la relación entre energía consumida y la cantidad de luz obtenida (60%). Otras ventajas se señalan en el bajo coste de mantenimiento (43%) y en que se trata de la solución más adecuada para determinados proyectos (36%).

Una buena iluminación mejora la productividad

 

Afirma que una buena iluminación aumenta las ventas en las empresas. ¿No cree que exagera?

Las ventas son algo objetivo. En un establecimiento de comidas, nadie pone en duda que una buena iluminación hace que los vegetales, las verduras, estén más apetecibles. Eso se traduce en más ventas. En una tienda de modas la luz también mejora el producto y es beneficioso para la caja. No es algo que me suponga. Hay estudios que resaltan las diferencias de rendimiento entre ventas en tiendas con una buena iluminación, sea de LED o de otro tipo y otras que no tienen la luz adecuada.

La productividad en las empresas, ¿también dependen de la iluminación?

El concepto de productividad depende de las actividades a las que se le aplique. Philips tiene estudios muy bien trabajados y documentados sobre el rendimiento de los escolares en el colegio. Se han realizado experiencias sistemáticas que han demostrado que se puede mejorar hasta un 40% los niveles de concentración de los niños, reduciendo los errores y mejorando los resultados escolares. Los profesores tienen un control remoto que les permite variar la luz en cuatro o cinco modos; por ejemplo si quieren que los alumnos están más relajados o más energéticos.

¿Y lo mismo en las fábricas y en la oficinas con los trabajadores?

A través de nuestra asociación con la empresa Somfy hemos podido validar y confirmar la vinculación estrecha entre el rendimiento laboral y la iluminación.

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