El presidente del Banco Mundial reconoce la necesidad de modernizar la institución que dirige
El presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, dijo hoy que hay que modernizar el organismo y el sistema multilateral global para adaptarse a una realidad en la que las etiquetas de "Primer" y "Tercer" mundo están ya desfasadas.
Aseguró que el año 2009, cuando la crisis económica y financiera global golpeó con plena fuerza, supuso el fin de lo que hasta entonces se había conocido como "Tercer Mundo".
"Vivimos en un mundo nuevo que evoluciona rápidamente y en el que algunos países en desarrollo están emergiendo como potencias económicas", subrayó durante un discurso en Washington.
"Las clasificaciones de Primero y Tercer Mundo, donante y suplicante, dirigente y dirigido ya no funcionan", afirmó.
Las repercusiones, insistió, "son profundas", tanto para el multilateralismo como para la acción global coordinada, las relaciones de poder, el desarrollo y las instituciones internacionales.
Mencionó como prueba de la nueva realidad que los mercados de valores asiáticos representan ya el 32 por ciento de la capitalización global, por encima del 30 por ciento de EE UU y el 25 por ciento de Europa.
Además, China superó el año pasado a Alemania como primer país exportador del mundo y superó también a EE UU con el mayor mercado de automóviles del mundo.
A eso se suman las cifras de importación que cuentan una historia reveladora: "El mundo en desarrollo se está convirtiendo en motor de la economía global".
Apuntó, por lo demás, que la reciente crisis financiera ha puesto de manifiesto que el "multilateralismo importa" y citó, en ese sentido, el importante papel desempeñado por el G-20 durante la crisis.
"El G-20 moderno nació de la crisis y mostró su potencial al actuar rápidamente para apuntalar la confianza", recordó.
Alertó, por otro lado, del peligro de ver este nuevo mundo a través del prisma del viejo G-7, de los intereses del mundo rico.
"No podemos permitirnos una geopolítica a la antigua usanza", destacó.