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Estudio elaborado por Omega

Las empresarias, más reacias a despedir

La máxima preocupación en el trabajo de las mujeres empresarias son sus empleados y, por eso, se resisten a hacer despidos y a poner en funcionamiento Expedientes de Regulación de Empleo (ERE). De hecho, se descapitalizan para poder sostener la estructura de su plantilla.

Mujeres empresarias
Mujeres empresarias

Así se desprende del estudio de investigación 'Impacto de la actividad empresarial femenina en la economía española' elaborado por la Organización de Mujeres Empresarias y Gerencia Activa (Omega) a petición de la Fundación Banesto, que se ha presentado hoy en un acto al que ha asistido, entre otros, la secretaria general de Políticas de Igualdad, Isabel Martínez.

Su responsable, Beatriz Alonso, ha afirmado que el estudio se ha realizado a través de 628 cuestionarios de un universo de 1.800.000 mujeres, y refleja que el 69% de las empresarias aportan a la economía de sus hogares entre la mitad y la totalidad de sus ingresos.

El estudio asegura que las mujeres hacen una aportación "pecuniaria muy importante" al país y, según los indicadores estadísticos, la mayor contribución de las empresas dirigidas por mujeres se produce en el sector servicios "que es el más importante" en España.

El documento alerta de las dificultades que ellas encuentran a la hora de obtener financiación externa en comparación con los hombres.

Las empresarias crean negocios "más sólidos y fuertes", aunque el crecimiento suele ser menor que el de las compañías en las que el propietario es un hombre, ya que asumen "menos riesgos" y son más prudentes.

El informe detecta "claramente" la preocupación real por la situación de los puestos de trabajo de los equipos que las empresarias tienen en sus negocios.

Esto se plasma, entre otros, en proponer medidas de emergencia para conservar la mayor cantidad de puestos de trabajo tales como la reducción de horarios y de jornadas o la congelación de salarios y, en algunos casos, en la reducción de aquellos sueldos que son muy elevados.

Asimismo, una de las preocupaciones mayores es la ruptura del diálogo social y apelan a que se restablezca "en beneficio de todos".

"La barrera" de entrada más significativa con la que se encuentran las mujeres empresarias es la "carga fiscal e impuestos" en el momento de crear su compañía, ya que para el 52,2% ha supuesto una carga "alta o muy alta".

Del estudio cualitativo se extrae que deciden crear sus empresas por la necesidad de generar su puesto de trabajo y de poder compatibilizar su vida personal y laboral, mientras que el cuantitativo muestra que para el 70% de ellas su motivo principal fue "el deseo de logro personal.

El objetivo más valorado por las empresarias es "mejorar el servicio de sus clientes", seguido de actuar de acuerdo a la normativa, en tanto que los menos valorados son "el crecimiento de la empresa" y "actuar con responsabilidad con el medio ambiente".

Las mujeres emprendedoras, que en un 94% reconocen que también desempeñan tareas domésticas en sus hogares, creen que las claves de su éxito se deben al capital humano, a su perseverancia, su motivación y formación.

Además, el estudio reflexiona sobre la importancia del trabajo no remunerado de las mujeres que se traduce en un "inteligente" ahorro al Estado, ya que según el estudio, el valor de estas tareas supera los 200.000 millones de euros, de los que la mujer supone el 73% del total.

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