El BCE y la Comisión Europea salen en defensa de las finanzas griegas
El presidente del BCE defendió ayer el plan de austeridad de Grecia, que calificó de "muy serio y factible", y descartó que el país entre en bancarrota. Por su parte, un portavoz de la Comisión Europea afirmó que no ha llegado el momento de una posible operación de rescate, pese a que el castigo de los mercados a la deuda griega tocó nuevos máximos.
En medio de un nuevo ataque de los mercados, el Banco Central Europeo salió ayer en defensa cerrada de la credibilidad de la economía helena. El presidente del organismo, Jean-Claude Trichet fue muy claro al respecto: "Con la información que tengo, debo decir que una quiebra griega no es una opción que considere con ninguna pertinencia". El mismo día en el que el coste de asegurar los bonos gubernamentales de Grecia frente al impago alcanzase máximos históricos, Trichet calificó de "muy serio" y de "factible" el plan de austeridad presentado por Atenas.
También la Comisión Europea lanzó un capote a Grecia frente a los ataques de los mercados, que situaron en máximos el diferencial de su bono respecto al alemán. El portavoz comunitario Olivier Bailly descartó que se acerque el momento de la intervención de rescate a la que se comprometieron los miembros de la zona euro hace dos semanas: "Estamos muy atentos a los diferentes comentarios que se hacen y a la evolución de los mercados, pero para nosotros no son sino escenarios hipotéticos y especulaciones", afirmó.
A esa posibilidad se refirió también Trichet en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE. El responsable de la política monetaria de la zona euro afirmó que la activación de los préstamos bilaterales contemplados en el acuerdo del Eurogrupo, así como sus condiciones particulares, "son responsabilidad de los Gobiernos y del propio Ejecutivo de Grecia", en la medida en que vaya cumpliendo su ambicioso plan de austeridad. Eso sí: en declaraciones a Bloomberg Televisión, Trichet afirmó que los gobiernos no deberían en ningún caso subsidiar la deuda griega: "cualquier gobierno que preste a Grecia debería asegurarse de que no lo está haciendo a pérdida".
Fráncfort retira con cautela los impulsos monetarios
Garantías admitidas
Por otro lado, el BCE detalló ayer las nuevas normas sobre los activos que aceptará como garantía en las operaciones de liquidez. El organismo seguirá aceptando activos con calificación de BBB- entrado 2011, extendiendo así la relajación de los colaterales que, en principio, se dispuso hasta el cierre de este año. Eso sí: aplicará una nueva escala de márgenes en sus préstamos según el riesgo percibido. Para Trichet, la medida, que "no está pensada para Grecia", supone "un endurecimiento marginal" de las condiciones. Un pequeño paso más hacia la retirada de los impulsos monetarios extraordinarios.
Baja inflación y crecimiento débil: tipos estables
El encuentro mensual del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo no dio lugar a ninguna sorpresa respecto a la principal función del organismo: la determinación de los tipos de interés de referencia de la eurozona. Por undécimo mes consecutivo, el precio del dinero se mantuvo en el 1%, nivel que, para Jean-Claude Trichet, "sigue siendo apropiado" a la situación económica. En el trasfondo, dos constataciones: por una parte, la recuperación económica seguirá siendo "moderada" e "irregular" entre los países de la Unión Económica y Monetaria. Por la otra, las perspectivas inflacionistas "se mantienen firmemente ancladas en el horizonte temporal relevante", lo que significa que el IPC armonizado seguirá por debajo del umbral del 2% en el corto y el medio plazo. De ello se extrae que, para el organismo emisor, la debilidad de la demanda contendrá cualquier tensión de los precios generales, incluso con un precio del barril del petróleo que en los últimos días se ha aproximado a los 90 dólares.Una vez más, el banquero francés aprovechó su comparecencia ante los medios de comunicación para urgir a los gobiernos europeos a que adopten reformas estructurales para impulsar el crecimiento. El producto interior bruto de la zona euro quedó estabilizado en el cuarto trimestre respecto al tercero, lo que hizo saltar de nuevo las alarmas sobre la debilidad de la incipiente recuperación. Al margen del problema griego, el grueso de la eurozona ha dado alguna nueva muestra de vitalidad en las últimas semanas. Así, el índice de gestores de compras PMI, elaborado por Markit, señaló en marzo el mayor avance de la actividad industrial en tres años, y el más acusado del sector servicios desde 2007.