Buenas vibraciones en el empleo
La recesión en EE UU parece tocar fondo, según se deduce de los datos del paro de marzo conocidos el viernes que suponen el primer incremento de empleo decente desde noviembre de 2007. Las cifras sugieren que la recuperación laboral es sólida y que la tasa de desempleo se aleja del temido 12%. Pero el incremento del desempleo de larga duración, sumado a la disminución del salario real, apuntan que la recuperación será lenta y convivirá con inusuales y altas tasas de paro.
De los 162.000 nuevos ocupados de marzo, sólo 48.000 se han colocado en la administración, por lo que el empleo privado sobrepasa la mítica cifra de los 100.000. Al igual que en febrero, el empleo temporal -considerado como un indicador de empleo adelantado- aumentó. El empleo del sector salud creció con fuerza gracias, quizá, al plan sanitario de Barack Obama, que por fin ha despejado su futuro. Sin embargo, ha declinado en los sectores de información y financiero, lo que hace pensar que estos motores económicos todavía están al ralentí.
Más inquietante es el incremento de los desempleados de larga duración en 414.000 personas, más del doble de la creación de empleo en el mismo mes. Quizá se explique por el fuerte descenso del número de parados incluidos en el segmento de trabajadores "desanimados", que podrían haber vuelto a buscar empleo y ahora estén adscritos como parados de larga duración.
Sin embargo, aunque sea así, se pone de manifiesto que a pesar de que la recuperación está ya funcionando, pasará mucho tiempo hasta que haya empleos para todo el mundo. Al igual que en la década de los treinta (aunque en menor medida) se está formando una bolsa de trabajadores cuyas cualificaciones se han atrofiado y son incapaces de encontrar un puesto de trabajo.
La disminución de los salarios por hora también induce a pensar en un cambio estructural en la economía americana que tardará tiempo en volver a su ser. Con el desempleo alto y una fuerte competencia de los países emergentes, los días de crecimiento sostenible de los estándares de nivel de vida parecen estar lejos.
Sin embargo, en general, las noticias son buenas. La tendencia es claramente de mejoría en el mercado laboral, y parece poco probable alcanzar niveles de desempleo sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial. Por eso, quizá el "largo periodo" establecido por la Reserva Federal de mantener el precio del dinero al "cero" seguro que se ha empezado a acortar.
Martin Hutchinson