El mejor golfista del mundo quiere acallar las críticas
Tiger Woods reaparecerá en el Masters tras cinco meses inactivo.
Al igual que su triunfal carrera, también fue superlativa la caída en desgracia de Tiger Woods. Un estudio de la Universidad de California ha cuantificado por encima de los 4.000 millones de euros las pérdidas en contratos que le han supuesto las sucesivas infidelidades desveladas. Sin embargo, el mejor golfista de la historia se ha mantenido en forma y vuelve a la actividad la próxima semana en el Masters de Augusta, el más distinguido de los torneos del calendario.
Según quienes han jugado con él unas bolas en las últimas semanas, como John Cook, el campeón se encuentra "en un excelente estado de forma, y golpea mejor que nunca". No se sabe muy bien cuál ha sido la preparación que ha seguido desde que, el pasado noviembre, un extraño accidente de tráfico abriera la caja de los truenos, con una docena larga de mujeres atribuyéndose romances con el jugador en la prensa sensacionalista. Pero la inactividad de Woods en este periodo parece haber sido desde entonces sólo competitiva, no física.
El único deportista de la historia que ha superado los 100 millones de dólares anuales de ganancias ha pasado 45 días internado, y aunque no se sabe muy bien para tratarse de qué, se apuesta por un problema de adicción al sexo. Sólo ha concedido después una entrevista, a ESPN, en la que reconocía numerosas infidelidades sin entrar en detalle de cuántas de las denunciadas son ciertas; afirmaba que ha vuelto a la senda del budismo, la religión de sus padres; y señalaba que está "trabajando duramente" por recuperar su matrimonio con la ex modelo sueca Elin Nordegren.
Woods se mantiene como número uno mundial, muy por delante de sus compatriotas Steve Strycker y Phil Mickelson. Sin claros aspirantes a la chaqueta verde de Augusta, no sorprendería que el Tigre pusiera un nuevo jalón a su legendaria carrera con una victoria, que sería la quinta para él allí. Conviene recordar que, cuando hace cuatro años se operó de una rodilla y estuvo meses inactivo, ganó luego los dos torneos que disputó tras su reaparición.
A sus apenas 34 años, Woods suma una cifra récord de 97 torneos ganados, 14 de ellos grand slams. Es la culminación de un destino singular: Tiger, a los dos años, apareció en un programa televisivo golpeando bolas al lado de Bob Hope, y a los tres hizo un recorrido de nueve hoyos en sólo un golpe sobre el par del campo por hoyo, algo que muy pocos amateurs adultos pueden conseguir. Tras arrasar como infantil y juvenil, se convirtió en número uno mundial en su primer año como profesional, posición que sólo ha abandonado unos meses desde 1997.
Con todo, Woods se ha reconocido "bastante nervioso" de cara a este retorno, en particular por la eventual reacción del público estadounidense, que ha visto con muy malos ojos sus aventuras extramaritales. Su caddie, Steve Williams, hizo en los últimos días un llamamiento a que no se silbe al jugador, "de acuerdo con la clase mostrada en tantas otras ocasiones por el público del Masters de Augusta".
El argentino Ángel Cabrera es el defensor del título en esta edición, que ha invitado a tres golfistas españoles: el dos veces ganador Chema Olazábal, casi retirado y que sólo se deja ver en este su torneo favorito; Miguel Ángel Jiménez, que este año ya sumó un valioso triunfo en Dubai, y Sergio García, que no se adjudica un título desde noviembre de 2008.
Bolas y barro
Sergio García puede encontrarse en Augusta con ambiente en contra tras afirmar el año pasado que no le gustaba el mítico campo de Georgia, donde según él las bolas "siempre se llenan de barro".