"El aparejador autónomo es una salida más"
Cabeza visible de los aparejadores de Madrid desde 2005, este aparejador, arquitecto técnico e ingeniero de edificación fue cofundador de la Escuela de la Edificación y hoy es el presidente de su patronato.
Los aparejadores, como el resto de colectivos muy ligados a la edificación, están atravesando un momento difícil. El Colegio de Aparejadores de Madrid, de la mano de su presidente, Jesús Paños, ha decidido paliar en parte esta situación constituyendo una sociedad que tramitará licencias del Ayuntamiento de Madrid. Esta firma, denominada, Sociedad Técnica de Tramitación, empezará a funcionar después de la Semana Santa.
¿Servirá esta sociedad para generar más empleo?
Lo cierto es que no creo que vaya a ser trascendental. No puedo imaginarme que esta sociedad, que actualmente cuenta con una decena de trabajadores, pueda requerir 300 ó 500 empleados, especialmente porque hoy hay medios tecnológicos que suplen los puestos de trabajo. Pero esta iniciativa se suma a otros acuerdos que tenemos con instituciones para fomentar el trabajo de los aparejadores.
¿Qué otro tipo de acuerdos?
Con la Consejería de Hacienda de la Comunidad de Madrid formalizamos hace un año un convenio de arbitraje que persigue la protección del ciudadano en materia de vivienda. Nos hemos convertido en agentes técnicos para evaluar las reclamaciones que llegan a la consejería y aunque, no hemos hecho muchos expedientes, unos cien, sí creemos que es una labor importante. También hemos firmado otro convenio de edificación con el Instituto de Seguridad y Salud, que presentaremos próximamente. Estos convenios generan actividad para el aparejador colegiado.
¿Cómo está afrontando su colectivo esta crisis?
Actualmente, existen unos 10.000 colegiados en Madrid. No sabemos exactamente cuantos de ellos se han quedado sin empleo en esta crisis, pero hay datos orientativos. Disponemos de una bolsa de trabajo, que eufemísticamente llamamos Potencial Profesional. Estos últimos años, los aparejadores se apuntaban para mejorar de empleo, en cambio ahora hay unos 400 ó 500 que están activamente buscando una oportunidad.
¿Cree que las últimas medidas del Gobierno destinadas a fomentar la rehabilitación son adecuadas?
Son medidas imprescindibles, pero si usted se refiere a si resultan o no suficientes, la respuesta es no. Incluso en los buenos momentos económicos deberían haberse impulsado, pero, claro, cuando se construían 800.000 viviendas no había ni tiempo para pensar en nada, más que construir. Realmente tenemos un déficit con respecto a la UE respecto a la rehabilitación y restauración.
¿Favorecerá de una vez por todas a las empresas más pequeñas?
Lo que esperamos es que sean un estímulo rápido en cuanto a la creación de empleo perdido en el sector y que sirvan para potenciar la recuperación no sólo de las grandes empresas, sino también de las pequeñas. La obra pública ha sido siempre la fórmula para salir de las grandes crisis, pero en realidad sólo favorece a las grandes compañías. En cambio, en la rehabilitación y la restauración, el ratio de trabajador por metro cuadrado es más alto que el de una obra nueva donde interviene más maquinaria. Además, las nuevas medidas del Gobierno no se han limitado a apoyar las reformas que impliquen estructuras del edificio, sino la simple obra.
¿Convertirse en autónomos sería una salida?
Puede ser una salida más. La profesión siempre ha sido versátil. Se adecua a las circunstancias. Cuando hubo mucho trabajo, estaba en la ejecución, pero hay mucha actividad paralela a la ejecución nueva.
"El Colegio se debe al colegiado y al ciudadano"
La nueva Ley de Servicios Profesionales, más conocida como Ley âmnibus, pretende acercar los colegios profesionales a los ciudadanos. Para ello, se impone a estas instituciones que creen una ventanilla única electrónica que facilite este acercamiento. Muchos colegios profesionales lo han visto como una amenaza, además de un encarecimiento de su actividad, sin embargo en opinión del presidente de los aparejadores, este colectivo ya tenía en su cultura este reto.
¿Qué le parece esta ventanilla única al colectivo de los aparejadores?Nosotros nos adelantamos a la Ley âmnibus convirtiendo el servicio de atención al colegiado, al ciudadano. Una entidad como la nuestra no sólo se debe al colegiado, sino al ciudadano. Los primeros cuentan con múltiples asesorías, fiscal, de incendios, pero también tenemos otra como es el servicio de atención urbanística que todo el mundo puede utilizar de forma gratuita. Otra cosa es que los procedimientos de la Ley âmnibus o los calendarios, no nos hayan parecido adecuados, pero en esencia nos confirma que nuestra cultura de atención a los ciudadanos es la que impera.
¿Han reforzado la formación de los aparejadores desde el Colegio?Ahora estamos reforzando la formación en la eficiencia energética para conseguir que sean los aparejadores los que certifiquen que los edificios cumplen con los requisitos de sostenibilidad.