Primero el coche, luego la marca entera
En el futuro la demanda de petróleo descenderá en Occidente. Quizá por eso los productores árabes han decidido comprar las empresas automovilísticas.
El pasado 14 de marzo, Fernando Alonso ganó la primera carrera del Mundial de Fórmula 1 en Bahrein. Lo logró en un circuito construido en medio del desierto gracias a los enormes ingresos que genera el petróleo. En el morro de su Ferrari se podía leer "Mudabala", empresa de Abu Dhabi patrocinadora de la escudería y dueña del 5% de la empresa italiana. La presencia árabe en el llamado gran circo no se reduce a la casa del cavallino, pues tienen una destacada participación en otros dos grandes equipos que optan al título: Mercedes GP y McLaren.
Cuando el legendario Lee Iaccoca dirigía Chrysler y decidió adquirir Automobili Lamborghini en 1987, declaró: "Me gustan tanto sus coches que he comprado la marca entera". Puede que esto mismo les haya ocurrido a los líderes del golfo Pérsico, aunque su creciente penetración en el mundo del automóvil parece responder a razones más pragmáticas. Están diversificando sus inversiones a largo plazo, ya que en el futuro es previsible que caiga la demanda de petróleo. Son muchos los que detrás de la actual revolución verde contra los combustibles fósiles ven una maniobra global para liberar a Occidente de la dependencia del petróleo y de la influencia los países que lo producen. Sea real o no esta estrategia, los árabes ya están en los consejos de administración de los fabricantes más prestigiosos.
Toyota y General Motors son las principales empresas por volumen, pero las compañías alemanas son las más apreciadas a nivel mundial gracias a su insuperable nivel tecnológico. En marzo del pasado año Aabar Investments PJSC (propiedad del Gobierno de Abu Dhabi) compró acciones de Daimler (los fabricantes de Mercedes-Benz) por un valor de 1.900 millones de euros, lo que le coloca como el principal accionista de la empresa, con un 9,1% del capital. A finales del año pasado Aabar también invirtió en la filial brasileña de Banco Santander. Asimismo, el segundo accionista de Daimler es árabe: el Gobierno de Kuwait controla el 6,9%.
Y Daimler no es el único gigante germano donde los petrodólares se han instalado. Desde diciembre del año pasado el emirato de Qatar es el primer accionista del grupo Volkswagen, con un 17% de su capital. Un poco antes, en agosto, Qatar había comprado el 10% de Porsche SE. El grupo Volkswagen incluye las marcas Volkswagen, Seat, Skoda, Scania, Audi, Bentley, Lamborghini, Porsche y Bugatti.
Se puede decir que no hay ninguna marca de deportivos del máximo nivel, con la excepción de BMW, que no cuente con accionistas del Golfo, y esto es especialmente claro en las marcas del Reino Unido. Cuando en 2007 Ford Motor Company puso a la venta Aston Martin, el comprador fue sir David Richards, fundador de la empresa de tecnología para competición Prodrive. Para pagar los 702 millones de euros requeridos le apoyaron dos grupos kuwaitíes, Investment Dar y Adeem Investment. En el acuerdo con Ford se incluyó el suministro de motores para sus deportivos, que se fabrican en la factoría alemana de Colonia, o la posibilidad de seguir usando instalaciones de Ford, como circuitos o centros de desarrollo. Los árabes también tienen mucho poder en McLaren Group; hasta el año pasado el principal accionista era Daimler, con un 40%, pero tras la creación de su propia escudería, al comprar Brawn GP, McLaren ha recomprado acciones y Daimler apenas posee ya un 11%. Por eso es difícil saber el reparto exacto actual, pero en 2009 Ron Dennis poseía un 15% de la empresa, el holding Mumtalakat (del Gobierno de Bharein) controlaba el 30%, y TAG (el saudí Massour Ojjeh), el restante 15%.
Afición creciente
En los países del Golfo la afición al automovilismo ha crecido junto a la ascendente demanda de vehículos de lujo y a la construcción de circuitos. Para firmas del máximo nivel como Bugatti o Rolls Royce estos mercados son fundamentales. En el pasado Salón de Dubai, Bugatti presentó tres versiones especiales de su modelo Veyron destinadas a ser vendidas exclusivamente en sus concesionarios de Oriente Próximo. En 2008 el principal mercado para Rolls Royce fue Estados Unidos, pero de toda la red mundial, el concesionario de Abu Dhabi fue el que más coches vendió.
La MIA británica (Motorsport Industry Association), la potente patronal que reúne a las empresas del sector del automovilismo de competición, llevan muchos años promoviendo negocios en esa área, y dando servicio a unos clientes que gastan su dinero con más alegría que en Europa. Allí son frecuentes las carreras con barquetas Radical o modelos Caterham, y las A1 GP Series fueron concebidas en Dubai. Incluso el equipo de GP2 del empresario Alejandro Agag, conocido por su matrimonio con la hija del ex presidente Aznar, está patrocinado desde 2008 por Barwa, un grupo empresarial de Qatar.
En noviembre de 2007 se colocó en Abu Dhabi la primera piedra del parque temático de Ferrari. (Emiratos Árabes Unidos está formado por Abu Dhabi, Dubai y otros cinco emiratos). El espacio de ocio ocupa una superficie de 250.000 metros cuadrados en la isla de Yas. Incluirá 24 atracciones, incluyendo por supuesto una escuela de conducción, simuladores y áreas de venta de objetos relacionados con la marca. Además, parte del circuito que acoge al Gran Premio de Fórmula 1 (este año en noviembre, el último de la temporada) se empleará en la escuela de conducción. Este proyecto está promovido conjuntamente por la marca italiana y Aldar Properties JPSC, una inmobiliaria participada entre otros por Mudabala Development Company, Abu Dhabi Investment Company y Abu Dhabi National Hotels Company. El parque se abrirá al público durante este año.
El primer automóvil saudí.
Prototipo desarrollado en la Universidad Rey Saud. Durante el reciente Salón de Ginebra, KSU Gazal fue uno de los modelos que más curiosidad despertaron entre los visitantes. La razón está en su curioso origen, la Universidad Rey Saud de Arabia Saudí. Ha sido desarrollado por 20 estudiantes de la institución tomando como base un Mercedes G 550. Según sus creadores, el objetivo fue "lograr un modelo con excepcionales cualidades todoterreno y también cómodo para el uso urbano". Su nombre hace referencia a las gacelas que pueblan los desiertos saudíes.Parece que la financiación no ha sido un problema a juzgar por su carrocería, construida en un material tan caro como la fibra de carbono. Otro objetivo ha sido "promover la cultura de la industria del automóvil entre los jóvenes ingenieros". En estos tiempos de preocupación por la ecología, el hecho de usar como base el modelo más veterano de la historia de Mercedes, y con motor V8, sólo podía hacerse en un reino petrolero. El resto de los prototipos presentados eran híbridos o eléctricos.
Pioneros árabes en la Fórmula 1
La apuesta de Mansour Ojjeh. El dinero árabe irrumpió con fuerza en la Fórmula 1 a finales de los años setenta, cuando TAG y Saudia comenzaron a patrocinar a Williams. Detrás de las siglas estaba el multimillonario francosaudí Mansour Ojjeh, dueño de TAG (Techniques d'Avant-Garde), una compañía especializada en inversiones. Después de apoyar a Williams y lograr el campeonato mundial (Keke Rosberg, 1982), Ojjeh se asoció con Ron Dennis (patrón de McLaren) para fundar la empresa de motores TAG turbo, cuyas mecánicas debutaron en agosto de 1983. Montados en los McLaren MP4, los propulsores TAG V6 turbo desarrollados por Porsche, gracias al capital del saudí, permitieron ganar el Mundial a Niki Lauda (1984) y a Alain Prost (1985 y 1986).Por tanto, TAG fue conocida primero como marca de motores de Fórmula 1 antes de que se convirtiera en fabricante de relojes. En 1985 Heuer, casa relojera fundada en 1860, fue comprada por Ojjeh, lo que dio lugar a la actual TAG Heuer.
Petrodólares. Proyecto respaldado por el gobierno
Malasia devuelve a Lotus al circuito. La empresa petrolera malaya Petronas es el principal patrocinador de Mercedes GP, la escudería gracias a la cual ha vuelto a la competición Michael Schumacher. Pero el dinero asiático da para más. Entre los tres nuevos equipos que han debutado este año (Lotus, Virgin e Hispania), sólo los Lotus consiguieron acabar la primera carrera de la temporada. Utilizan el nombre de la célebre escudería británica (Lotus pertenece a la marca malaya de automóviles Proton), pero la escudería corre bajo bandera malaya. De hecho, Lotus F1 Racing cuenta con el apoyo directo del Gobierno de aquel país, y la palabra Malaysia aparece bien visible en los flancos que ocupa el piloto.El equipo plurinacional fue presentado por Tun Mahathir Mohamad, ex primer ministro. El director del equipo es el fundador de AirAsia, Tony Fernandes, y casi todos los miembros del equipo son naturales del país asiático. No obstante, el ingeniero jefe es Mike Gascoyne, un técnico con una prestigiosa trayectoria en la categoría reina. Los motores los suministra la firma británica Cosworth.