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La nueva batalla eléctrica

La eléctrica revive el pulso de Koplowitz y Entrecanales

FCC evitó en 2004 la entrada de Acciona en su consejo.

Iberdrola se mira en el espejo de FCC para tratar de impedir, como hizo la constructora de Esther Koplowitz en 2004 con Acciona, la entrada de ACS (12% del capital) en su consejo. Se trata de la idoneidad, o no, de sentar a un supuesto rival en el órgano que preside Ignacio Sánchez Galán. Una decisión que puede terminar en manos de la junta y, más allá, en los tribunales.

El caso de las dos constructoras se zanjó con el mandato más efímero que se recuerda a un grupo de consejeros y con varios litigios que quitaron la razón a quien quiso entrar sin invitación. Acciona contaba con el 15% de FCC y llevó a su junta de 2004 la solicitud de tres sillones de un total de nueve. "No podía negarse la petición", recuerda una fuente directamente implicada en el caso, "pero estaba claro que habría batalla".

Los Entrecanales ejercieron su derecho a la designación proporcional de consejeros atendiendo a su paquete de acciones. FCC, por entonces presidida por Marcelino Oreja, les hizo hueco modificando el punto del orden del día en que se ratificaba y designaba a los consejeros. "Proponemos tres personas que pueden contribuir a la mejora de la gestión. No tienen vinculación con Acciona ni intereses contrapuestos a los de FCC. Les hemos pedido que decidan en beneficio de FCC", argumentaron los abogados de Acciona. Pero esa declaración de buenas intenciones no convenció.

Los tres dominicales de Acciona eran Claudio Aguirre, vicepresidente de Mercapital; Jaime Castellanos, presidente del grupo Recoletos, y Alejandro Fernández Araoz, profesor de Derecho Mercantil de la Complutense.

Al minuto de ser nombrados, FCC comenzó a defenderse con la ayuda de un aliado del público. Tomó la palabra el abogado y accionista Jaime Zurita, quien dinamitó la estrategia de Acciona al pedir que la junta votara la revocación de los hombres de Entrecanales.

Zurita, reconocido mercantilista, se amparaba en el artículo 132 de la Ley de Sociedades Anónimas al tachar de incompatible con FCC al trío de consejeros designados por una empresa rival. Se votó y, en una junta dominada por Koplowitz, Acciona se vio desterrada.

Está claro que el ambiente no era propicio a la incorporación: la junta culminó con abucheos a los abogados.

Sin embargo, el conflicto no acabó aquí y la firma titular del 15% de las acciones tomó el camino de los tribunales, donde FCC cosechó el respaldo de la justicia.

De vuelta al caso Iberdrola, el problema de la eléctrica es que no podrá demostrar el grado de competencia que FCC si argumentó. Esta última y Acciona se solapaban en el 85% de sus negocios, mientras ACS debe 187 millones (1,2% de sus ventas) a la generación y transmisión de energía.

Sin embargo, la eléctrica parece confiar en el guión que ejecutó FCC. El primer paso ha sido incluir en el orden del día de la junta del viernes un párrafo en el que se alude a "eventuales designaciones de consejeros" conforme al sistema de representación proporcional.

El segundo paso ya ataca frontalmente a ACS. El conglomerado que preside Sánchez Galán argumentó ayer a través de un comunicado que el grupo de construcción es un "competidor directo" y que su presencia en el consejo "podría afectar negativamente a la confidencialidad necesaria para el correcto desarrollo de la actividad de la eléctrica". Recuerda que el grupo de Florentino Pérez arrebató a Iberdrola Ingeniería un concurso de generación en México y que ambas compitieron por un parque eólico en ese país, o lo hacen actualmente por una central de ciclo combinado, entre otros muchos proyectos. Iberdrola cita hasta ocho filiales de ACS que ve como rivales (Cobra, Eyra, Maessa, Masa, Intecsa, Semi, Cymi e Initec) de Iberdrola Ingeniería y de Iberdrola Renovables.

Tal era el sentimiento de indignación que reinaba ayer en ACS que todo hace indicar que presentará batalla.

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