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La opinión del experto

Sentido y sinsentido en la carrera

José Medina propone una ecuación para analizar el camino a elegir en la trayectoria profesional. El criterio, la información, el conocimiento y la perspectiva deben dar sentido a la toma de decisiones.

Hace pocos días entrevistaba a un joven directivo, aparentemente muy interesado en un importante puesto financiero. Vi que mostraba un interés desproporcionado por el puesto, sin haber obtenido apenas información sobre el mismo. Era muy parecido al suyo actual y suponía más bien un cambio en horizontal, sin claro incremento en responsabilidades ni salario. Realmente, casi daba la impresión de estar buscando cualquier empresa que le ofreciera cualquier puesto mejor, igual o equivalente al que él ya tenía, que era dentro de una excelente multinacional de gran consumo.

Casi exclusivamente, su interés se centraba en obtener información sobre cualquier alternativa más o menos razonable en el mercado. Al tratar, obviamente, de indagar los motivos de tanta prisa, la razón, como tantas otras veces, era la "oferta", dentro de su compañía, de un puesto internacional a muy corto plazo y de contenido parecido, prácticamente sin opción a decir que no ni a otras alternativas. Su mujer, con un buen empleo estable en Madrid, esperando su primer hijo y con una gestación problemática, hacía muy complicado el cambio, que, por otra parte, no suponía ninguna promoción especial. Creo que, además de seleccionar y evaluar bien a un candidato, podemos ayudarle ante un cambio en su carrera más de lo que él y nosotros mismos pensamos.

Además de proporcionarle información sobre el puesto y obtenerla sobre su historial, necesitamos, en beneficio de ambas partes, transformar esta información en conocimiento y, posteriormente, en criterio y perspectiva, para obtener un sentido de todo el proceso. Tener en cuenta todos estos conceptos es algo crucial para consultor y candidato.

l Conocimiento es la misma información, pero organizada y aplicada a una situación y contexto concretos. En este caso, el puesto que pretendíamos cubrir no suponía para el candidato un avance en su carrera profesional y, en caso de éste aceptar, también ponía en peligro el resultado de la búsqueda: que abandonara el puesto a corto plazo, ante otro mejor que le surgiera, con claro perjuicio para todos.

l Si la información es necesaria para la mente del consultor y del candidato a fin de acercar y alinear mutuas expectativas, el conocimiento es imprescindible para el propósito, toma de decisiones y acción por parte de ambos. Conocimiento es llegar a la conclusión de que el candidato desempeñará eficazmente el puesto y que interesa claramente a la empresa. Y, por otra parte, que el puesto constituye un proyecto y etapa importantes y significativos en la carrera profesional del interesado.

l El criterio consiste en separar lo esencial de lo accesorio, el grano de la paja. La esencia del criterio consiste en identificar y saber qué peso e importancia damos a las cosas dentro de nuestra carrera y en qué grado son consistentes con ella. Falto de criterio, presionado por la urgencia y viviendo un conflicto más aparente que real, el candidato consideraba crítico y esencial cambiar cuanto antes casi a cualquier puesto con tal de que le garantizara conservar la localidad a corto plazo.

l Finalmente, la perspectiva consiste en enmarcar nuestro problema y situación actual dentro de un contexto más amplio de espacio y de tiempo, no sólo dentro de nuestra carrera, sino también de nuestra vida. Criterio y perspectiva nos proporcionan una mayor fuerza, convicción, expectativas y esperanza en nuestro caminar. Con mayor perspectiva, nuestro amigo reflexionó sobre su situación familiar y la reelaboró, viendo que, con mayor aplomo y serenidad, su urgencia era compatible con un tiempo razonable para buscar otras opciones.

Estos cuatro conceptos que hemos expuesto están claramente interrelacionados y, con un poco de buena voluntad, todos ellos se pueden expresar bajo la siguiente ecuación: información más conocimiento más criterio más perspectiva es igual a sentido.

Cada uno de los sumandos de la ecuación incluye en parte a los anteriores. Los temas de la vida se pueden, más o menos, formular matemáticamente mediante signos. Pero no debemos olvidar que éstos son solamente eso, signos, y que sólo expresan una parte de la realidad que tratan de representar. Si el criterio y la perspectiva sirven para enmarcar las oportunidades dentro de nuestra carrera, el sentido consiste en saberlas encajar y hacerlas consistentes en nuestra vida.

El final de la historia es que, tras una entrevista que duró bastante más de lo previsto, convinimos en que era preferible estar atentos a otro puesto y oportunidad que probablemente surgieran y que constituyeran un mayor desarrollo profesional y personal para él. Todo ello, al tiempo de integrar mejor el nacimiento de su hijo en su carrera y en la de su mujer, en la vida familiar de ambos y en los planes futuros. Volvemos a la ecuación. Puede servir como simple manual de instrucciones conceptual para los temas prácticos y complejos de la vida.

Odgers Berndtson Iberia

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