Los empresarios necesitan el espíritu de 'La Roja'
Salir de la crisis económica requiere mucho esfuerzo y saber cuándo arriesgar.
Viena, 22 de junio de 2008. Las selecciones de España e Italia están decidiendo en la tanda de penaltis cuál de ellas pasa a las semifinales de la Eurocopa. Atrás quedan ya los 90 minutos de juego y 30 de prórroga en los que La Roja ha tratado de tú a tú a la cuatro veces campeona del mundo. Villa, Cazorla y Senna han transformado sus respectivos tiros francos. No lo ha hecho De Rossi para los italianos, lo que sitúa el marcador 3 a 2. Es el turno de Güiza. Si acierta, clasifica a España. El capitán le susurra algo al oído al delantero jerezano. æpermil;ste falla el tiro, pero el cancerbero del Madrid frustra el intento de Di Natale y la diana de Cesc Fàbregas certifica la victoria de La Roja.
¿Qué lecciones podemos extraer de momentos como éste, que forman ya parte de la historia de los campeones de la Eurocopa, para el mundo de la empresa? Pues, por ejemplo, la de liderazgo que dio Casillas. Según explicó esta semana en el XVIII Foro del Club de la Excelencia en Gestión, titulado España SA 2015, el presidente de Eurotalent, Juan Carlos Cubeiro, el momento antes narrado no sólo fue clave en el éxito de La Roja, sino que rezuma aptitudes clave para los directivos. "Casillas le dijo a Güiza: tú no te preocupes, que luego yo la paro". Lo dijo porque se veía capaz de hacerlo, porque rebosaba confianza y, sobre todo, "porque conoce al delantero y sabía que necesitaba tranquilizarle". "Probablemente no le habría dicho lo mismo a Puyol, un jugador que rebosa carácter", añade Jorge Carretero, vocal y portavoz de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
Superar a Italia supuso ante todo eliminar la maldición de cuartos, y le dio al combinado nacional la dosis de confianza que le faltaba para complementar su excelente juego. Aspectos éstos perfectamente trasladables al contexto económico español, ya que, tal y como reiteró Javier Polanco, presidente y consejero delegado de Urbaser y consejero delegado de Dragados, en una intervención anterior del foro, "el problema del empresariado español es que no nos creemos capaces de ser una empresa internacional en un mercado global".
Naturalmente, por muy buen liderazgo que tenga, un equipo de fútbol no llega alto si no tiene un plantel de jugadores competente. Y ese es el caso de La Roja. "Pero el talento hay que cuidarlo, estimularlo y saber detectarlo", puntualizó en su ponencia Santiago Álvarez de Mon, profesor del IESE. "La Masía -escuela de fútbol del Barcelona- hace que los niños jueguen en campos más pequeños para que tengan menos espacios". E insistió en el miedo al fracaso: "Si algo sale muy bien quiere decir que también podría haber salido muy mal. Y si no estamos dispuestos a asumir ese riesgo, nunca llegaremos a nada".
El éxito requiere sacrificio y un buen equipo compuesto por "gente creativa y coordinada estructurado en torno a un proyecto ilusionante", sentencia Cubeiro. Aunque nada se puede hacer sin una base de talento. En este sentido, Cubeiro sacó a relucir un estudio elaborado durante diez años en la Premier League inglesa según el cual los equipos que invirtieron en el cultivo del talento cosecharon más puntos que el resto. ¿Qué es cultivar el talento y cómo se consigue? Nuestro fútbol ya ha demostrado que la cosa no se depende sólo de dinero.