La CE desconfía de los planes de ajuste de todas las grandes economías de la UE
La Comisión Europea alertó ayer del riesgo de fracaso de los planes de ajuste fiscal de la mayoría de las economías de la zona euro, incluida España. Bruselas considera acertadas las medidas aprobadas hasta ahora, pero duda de la viabilidad de los objetivos marcados para el próximo trienio.
Previsiones de crecimiento demasiado optimistas; ingresos fiscales exagerados; falta de medidas concretas para volver a situar el déficit público por debajo del 3% marcado por las normas comunitarias. Son las tres preocupantes señas de identidad que dominan los programas de estabilidad y de convergencia de 14 países analizados ayer por la Comisión Europea.
Como consecuencia, Bruselas teme que fracase de manera estrepitosa la estrategia de consolidación fiscal puesta en marcha tras la crisis y que en la mayoría de los casos debería completarse en 2013. Y esa lectura tiene visos de ser realidad porque los programas analizados corresponden a las mayores economías de la zona euro (Alemania, Francia, Italia, Holanda y España, entre otras) y de la UE (como Reino Unido o Suecia).
"Los principales riesgos para el proceso de saneamiento radican en las hipótesis macroeconómicas un tanto optimistas y en la falta de precisión en las medidas de ajuste", señaló en un comunicado el Comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn.
Sólo dos países tan periféricos como Estonia y Bulgaria prevén mantener sus números rojos por debajo del 3% durante todo el periodo analizado (2010-2103). El resto, sólo aspira a ese umbral sin concretar cómo lograrlo. Y en el caso más grave, el del Reino Unido, el programa presentado ni siquiera prevé cumplir el Pacto en el plazo más largo que se concedió el año pasado (hasta 2014).
"Los Gobiernos no parecen ser conscientes de que la recuperación no devolverá a la UE a tasas de crecimiento como las anteriores a la crisis", señalaron ayer fuentes del departamento de Asuntos Económicos y Financieros de la CE, encargado de la revisión anual d e los programas de estabilidad. Las mismas fuentes creen que esa falta de realismo ha llevado a la mayoría de las capitales a sobrevalorar la capacidad de recaudación fiscal que tendrán cuando regrese el crecimiento.
Dentro de la zona euro, la mayor divergencia para 2010 entre la previsión de crecimiento de la CE (de noviembre de 2009) y la de los programas de estabilidad se encuentra en Holanda y es de 120 puntos básicos. En 2011, la palma del optimismo se la llevan España y Finlandia, que mejoran en 80 puntos básicos el pronóstico de la CE.
En el conjunto de la UE destacan los datos del Gobierno de Gordon Brown, que apuesta por un crecimiento que rebasa en 110 y 140 puntos básicos la previsión de la CE para 2010 y 2011.
El riesgo de un continuo descalabro fiscal resulta especialmente alarmante en un momento en que la deuda pública de la zona euro, según Bruselas, se puede disparar hasta casi el 90% del PIB el año que viene (71,9% en el caso de España).
Y puede colocar a los socios de la zona euro en una situación presupuestaria difícilmente sostenible por el impacto del envejecimiento de la población y el creciente coste del servicio financiero de la deuda.
España saca buena nota en 2010 y muchos interrogantes después
El Programa de Estabilidad español para 2010-2013 recibió ayer los parabienes de la CE por los esfuerzos de consolidación fiscal durante el presente ejercicio y el reproche por la falta de detalles sobre el ajuste para los próximos años. La corrección del déficit en 2010, según la CE, será del 1,75% del PIB, un cuarto de punto más de lo reclamado por Bruselas.En el documento aprobado ayer, pendiente de la ratificación por parte del Ecofin en mayo, la CE recomienda a España que cumpla "de manera rigurosa su ambicioso plan fiscal". Y pide al Gobierno que prepare medidas para los próximos años, sobre todo, si el crecimiento fuera menor de lo previsto. La vicepresidenta del Gobierno, Elena Salgado, aseguró ayer que comunicará las medidas tan pronto como las pacte con las comunidades autónomas, para que participen en el plan de austeridad, tal y como reclama la CE.
Ningún país detalla las medidas fiscales para 2011 y 2012
Bruselas ha evaluado los planes de estabilidad de este año más a ciegas que nunca porque ningún país ha detallado las medidas presupuestarias concretas para 2011 y 2012. Algunos países, como Bélgica, ni siquiera mencionan las del segundo ejercicio. Otros como Reino Unido no han puesto ningún límite de gasto a los ministerios. Berlín, París y Roma, al igual que Madrid, sólo especifican las medidas a adoptar durante el presente ejercicio.Y las dudas de la CE aumentan en el caso de los objetivos de déficits marcados por España, Alemania o Italia, dada la importante descentralización de la política fiscal en esos tres países. Bruselas también se inquieta por la falta de margen de maniobra del programa francés, cuyos objetivos pueden frustrase si el crecimiento fuera menor de lo previsto. Aunque la CE acepta como eximente la incertidumbre económica, quiere más datos.
Sin comisario
Olli Rehn, finlandés-Por primera vez desde que arrancó la Unión Monetaria (1999), la revisión de los presupuestos nacionales no la ha dirigido un comisario español.-El testigo de Joaquín Almunia y Pedro Solbes lo ha recogido Olli Rehn.-El finlandés, a diferencia de sus antecesores, prefirió ayer no presentar la revisión de los planes. Quizá no quiso estrenarse con un varapalo a tantos Gobiernos.