Avánzit se reinventa a la espera de triplicar ventas en tres años
Avánzit ha puesto en marcha su enésima reconversión. Bajo la batuta del nuevo presidente, el séptimo en 10 años, la firma ha dejado atrás su nombre con la esperanza de terminar con los problemas y ha presentado un plan estratégico con el que quiere casi triplicar sus ventas en 2012.
El nuevo presidente de Avánzit, Mario Armero, presentó ayer en sociedad el plan estratégico de la compañía para los próximos tres años. ¿Las claves? Intentar olvidar al máximo los problemas recientes y tirar de la internacionalización y de negocios con potencial para sacar definitivamente a la compañía de la crisis.
Y el primer paso ello pasa por cambiar de nombre. Igual que Avánzit sustituyó a Radiotrónica tras la fusión con Telson, con el objetivo de crear una compañía más centrada en nuevas tecnologías, ahora Ezentis será la denominación de Avánzit, con la intención de olvidar los problemas financieros y de negocio que arrastra desde la suspensión de pagos.
Pero más que el nombre, lo que puede cambiar definitivamente esa percepción es el plan estratégico, si se cumple. Y es que la meta que se ha impuesto la empresa es llegar a unos ingresos de 450 millones de euros en 2012, lo que supone multiplicar por más de 2,8 veces el resultado de 2009. A la vez, Avánzit pretende pasar de un Ebitda negativo de seis millones el año pasado a uno positivo de 35 millones en tres años.
La firma tecnológica no da muchos detalles sobre cuál será la evolución de las filiales para llegar a estos resultados o qué negocios tendrán más peso en el grupo.
Lo que sí dice es cuáles serán los pilares estratégicos: la filial de infraestructuras, la de tecnología y la internacionalización. En la nueva etapa, negocios por los que se apostó con fuerza en el pasado pasan a la historia. Navento y Berggi, los proyectos clave de Javier Tallada, ex presidente de la empresa y principal accionista durante bastante tiempo, quedan enterrados.
Dentro de los tres pilares estratégicos, los planes de Avánzit se centran en potenciar la presencia en negocios de infraestructuras como las ferroviarias o las energías renovables. En tecnología, lo primero que se hará es una revisión de la filial, empezando por un expediente de regulación de empleo. En el plano internacional, el único que dio Ebitda positivo el año pasado, se seguirá con la expansión. La intención es crecer en países como Colombia, México y Brasil, y entrar en nuevos mercados, como Oriente Medio y el norte de África.
Además de potenciar las filiales, la compañía va a establecer un plan transversal para controlar los costes y detectar sinergias.
Dentro de este programa, 2010 será un año de transición, según el presidente de Avánzit. Las metas son generar flujo de caja por primera vez en cuatro años y reducir al mínimo las pérdidas antes de impuestos.
Adquisiciones
El plan estratégico de Avánzit se basa en el crecimiento orgánico, aunque la compañía no descarta alguna adquisición de pequeño tamaño. Eso sí, también reconoce que necesitaría mejorar sus vías de financiación y obtener algunas nuevas, lo que cuestiona la posibilidad de hacer compras, al menos a corto plazo.
Avánzit llega a 2010 después de un proceso de reestructuración en el que ha cambiado de accionistas e, incluso, de sede social. Javier Tallada dio entrada a Thesan -una gestora de fondos propiedad del banco japonés Nomura- en el capital de la compañía tecnológica. Y Thesan ha hecho lo propio con la Junta de Andalucía, donde ahora tiene la sede Avánzit.