El Gobierno salva la subida del IVA pese al chaparrón de críticas
La aritmética parlamentaria sonrió al Gobierno gracias al apoyo del PNV y Coalición Canaria. La subida del IVA seguirá adelante, pero con un amplio rechazo del arco parlamentario.
En el Gobierno y en el PSOE se respiró ayer tarde un sabor agridulce. Por una parte, el apoyo de los nacionalistas vascos y canarios les valió para evitar un veto parlamentario a la subida del IVA prevista para julio, pero por otra se alimentó la sensación de que el PP ha ganado el debate sobre la política fiscal tras criticar de forma tan contundente el aumento impositivo decidido por el Ejecutivo. En realidad, ninguno de los grupos de la oposición respaldó ayer la estrategia tributaria del Gobierno: el PP y CiU consideran que subir impuestos retrasará la salida de la crisis y el arco de la izquierda echa en falta una política más progresiva centrada, sobre todo, en el IRPF y en el gravamen a las grandes fortunas. IU y ERC pidieron la rehabilitación del impuesto sobre el patrimonio. En conclusión: nadie, salvo el PSOE, apoya la política fiscal del Ejecutivo.
El portavoz de Economía del Grupo Popular, Cristóbal Montoro, dejó claro su diagnóstico: "Damos un no rotundo a la subida del IVA porque es ineficaz, injusta y nos traerá más paro. La alternativa es bajar el gasto público este año en 10.000 millones de euros. Señor presidente del Gobierno, ¡escuche a la gente!". El PP promoverá todas las semanas iniciativas para acentuar los efectos que esta subida del IVA tendrá sobre los diferentes sectores económicos, en paralelo a la contestación que está surgiendo a esta medida en las comunidades gobernadas por este partido.
El diputado socialista Francisco Fernández Marugán le respondió que la subida del IVA es necesaria porque "hay que hacer un ajuste que garantice la sostenibilidad del gasto público". Marugán acusó al PP de "dinamitar cualquier posibilidad de entendimiento". La preocupación del Gobierno por el eco que ha tenido la próxima subida del IVA, dos meses y medio después de haber sido incorporada a los Presupuestos ahora vigentes, queda bien reflejada en los cuatro folios que repartió el lunes. En el argumentario se recuerda la subida del metrobús decidida por la Comunidad de Madrid, el endeudamiento de 6.762 millones del Ayuntamiento de la capital y se alude a la subida de tasas, equiparándolas a los impuestos. El redactor del documento olvida que las tasas pueden tener carácter finalista y, en cambio, los impuestos no. Pese a ello, se recuerda que con los 5.000 millones de ingresos que espera obtener el Gobierno con la subida del IVA se podrían financiar 490.000 pensiones de jubilación anuales, más de dos millones de rentas básicas de emancipación, 827.000 prestaciones a dependientes y un tercio de la inversión en I+D+i.
El PNV justificó por boca del diputado Pedro Azpiazu su apoyo a la subida del IVA a partir del duro golpe que se asestaría a la economía con una nueva reducción del gasto público. Es decir, bendice este aumento impositivo como mal menor. Coalición Canaria no defendió su voto a favor desde la tribuna y se refugió en el silencio.
En el otro extremo del hemiciclo, IU, ERC y los restantes componentes del Grupo Mixto emplazaron al Gobierno a modular su política fiscal para mejorar la progresividad en el IRPF, recuperar el impuesto sobre el patrimonio y aumentar el IVA exclusivamente en las compras de productos de lujo. Todos votaron a favor de la moción del PP, salvo un diputado, Vicente Martínez Pujalte, que se equivocó. El Gobierno frenó la moción con 176 votos (PSOE+PNV+CC), frente a 170.
Naufraga el tipo reducido para el turismo
El gran logro del PP ha sido situar el debate fiscal en el frontispicio de la actualidad política en un momento en el que el Gobierno está y se siente débil. Pero la principal asignatura pendiente del primer partido de la oposición sigue siendo sus alianzas parlamentarias: aunque ha conseguido media docena de veces zarandear al PSOE dejándole en minoría, no pudo lograrlo ayer, precisamente cuando toda la atención mediática estaba concentrada en el debate sobre el IVA. El PP tampoco consiguió sacar adelante su propósito de destinar el 60% del fondo estatal para el empleo al pago de facturas pendientes por parte de los ayuntamientos con el fin de satisfacer las demandas de las empresas y autónomos que ven su negocio en peligro por culpa, precisamente, de estos impagos.La propuesta del PP de que se aplique el tipo de IVA superreducido al sector turístico tampoco prosperó. En todos los casos, el PSOE fue capaz de trabar alianzas de geometría variable a través de sus contactos de última hora con los distintos grupos.El respaldo del PNV y Coalición Canaria a los Presupuestos de 2010 fue el principal aglutinador de voluntades.