La crisis, un revulsivo para las gestoras de Sicav
Las pequeñas firmas independientes se irán abriendo hueco en la gestión de los grandes patrimonios
La crisis ha puesto sobre la mesa la importancia del control de riesgos y del asesoramiento financiero. Y ha dejado en entredicho algunas prácticas de la banca privada, muchos de cuyos clientes se vieron atrapados por la quiebra de Lehman Brothers o el escándalo de Bernard Madoff. Sin embargo, los grandes patrimonios que invierten a través de sociedades de inversión (Sicav) han disfrutado de flexibilidad, tanto para participar en su gestión, como para cambiar de gestora en un momento determinado.
La delegación catalana del Instituto de Analistas Financieros ha elaborado un extenso informe sobre las Sicav españolas, con el patrocinio de RBC Dexia Investor Services y la Generalitat, una de cuyas conclusiones es que la gestión de sociedades de inversión en España está entrando en un proceso de profesionalización en el que cada vez más cobrarán importancia gestoras independientes y de tamaño pequeño.
Las Sicav tienen la forma jurídica de instituciones de inversión colectiva, pero mayoritariamente son utilizadas por las grandes fortunas para canalizar su patrimonio. La ventaja de una Sicav es que, como los fondos, tributa tan sólo al 1% en el Impuesto de Sociedades. Pero, además, el accionista puede tomar decisiones sobre las inversiones de la sociedad cuando cuenta con el apoyo de más del 50% del capital, lo que no sucede en un fondo, donde las decisiones las toma un gestor y el inversor es solamente partícipe.
El sector se encamina a un escenario más profesional y competitivo
Según muestra el estudio, el mercado español de Sicav sufre una importante bancarización, entendida como tal que la mayoría de las Sicav están gestionadas por bancos, españoles o extranjeros. La concentración en este mercado es muy elevada. Sólo nueve gestoras, de grandes bancos principalmente, gestionan el 57,62% de las sociedades registradas en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), lo que equivale al 54,28% de todo el patrimonio gestionado a través de Sicav españolas.
"La bancarización del sector puede conllevar una falta de competitividad que se muestra contraria a las tendencias propias del mercado, principalmente a nivel europeo", señala el informe, elaborado por Mayte Aguilar, Isabel de Juan y Christian Torres. No obstante, los autores han constatado que los accionistas de una Sicav pueden traspasar la gestión de su sociedad de una entidad gestora a otra, con pocos trámites y sin problemas, lo que ha ocasionado que las gestoras hayan empezado, "con más fuerza si cabe, la carrera hacia un mercado más profesionalizado y competitivo que se considera no ha acabado de configurarse".
El sector, así, se encamina hacia una gestión profesionalizada y realizada por entidades más pequeñas, pero también más especializadas e independientes. En la actualidad sólo hay 42 gestoras de un total de 98 que gestionan entre una y cinco sociedades. No obstante, el hecho de que las pequeñas gestoras independientes consigan la reputación de los grandes grupos bancarios, y la confianza de los inversores, requerirá tiempo "y una cierta evolución de la cultura financiera del país", según el estudio. Los autores han notado, no obstante, que este proceso ya ha comenzado, debido principalmente a los grandes problemas de algunas Sicav a raíz de la crisis.
El estudio se sumerge en la gestión de estas sociedades para concluir que las inversiones que contienen son principalmente conservadoras, lo que se explica porque uno de los objetivos de la banca privada no es tanto obtener rentabilidad para sus clientes, que también, como sobre todo proteger el patrimonio y evitar que pierda valor por el efecto de la inflación. "Por regla general, cuando el mercado bursátil sube, el patrimonio gestionado sube menos que el mercado y cuando el mercado bursátil baja, baja también menos", señalan los autores. "Una razón para estos movimientos es que las carteras de las Sicav españolas tienen un carácter más defensivo frente a adversidades de los mercados, con lo cual están más protegidos frente a fuertes movimientos, ya sea al alza o a la baja".
Falta de unificación fiscal en Europa
La Sicav no es un producto exclusivo de España, sino que la figura existe en toda Europa, donde también goza de una fiscalidad favorable, como la de los fondos de inversión. En la región existen dos modalidades de tributación, pero ambas se encaminan a lograr la neutralidad fiscal, es decir, que el inversor tribute de la misma manera que si realizara las inversiones directamente y no a través de un vehículo como el fondo o la sociedad. Se trata, así de no tributar dos veces por la misma inversión.España es de los países que aplica un régimen de tributación privilegiado para las instituciones de inversión colectiva (fondos y Sicav). Pero existen regímenes que directamente eximen de tributación a estos vehículos. "Si bien se pretende una armonización de la libre circulación de capitales, con objeto de que el inversor pueda acceder a cualquier Estado de la Unión Europea para adquirir sus productos de inversión, no es menos cierto que existen muchas distorsiones que vienen originadas por la fiscalidad particular de cada una de las jurisdicciones locales", apunta el estudio del Instituto de Analistas Financieros.Asimismo, existe una diferencia en cuanto al uso que se da a las Sicav. En España, por ejemplo, lo utilizan principalmente las grandes fortunas, que poseen la mayoría del capital. En Irlanda o Luxemburgo se asemejan más a los fondos de inversión, es decir, su capital está repartido entre muchos inversores.