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Tribuna
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La seguridad vial y su efecto en el sector asegurador

El progresivo avance en la mejora de los vehículos los ha convertido en un bien cuasi-básico en las economías familiares que ha llevado a un incremento significativo del parque de vehículos y de los kilómetros recorridos en los últimos veinte años. A más coches y a más kilómetros, mayor riesgo en la conducción, y a mayor riesgo, más probabilidad de accidentes.

Los datos de accidentes de tráfico del año 1989 nos sorprendieron con 109.804 accidentes, en los que 176.599 víctimas sufrieron lesiones, de las que 7.188 fallecieron y el resto resultaron heridos leves o graves.

En la serie que abarca desde 1985 a 2009 han fallecido en accidentes de tráfico en España más de 134.000 personas. Esta cifra resulta alarmante: equivale a decir que una o varias poblaciones de España hubieran desaparecido completamente por la muerte de todos sus habitantes en accidentes de tráfico.

Los vehículos que circulan a altas velocidades por carreteras secundarias, sin visibilidad, sin apenas sistemas de seguridad, sin información meteorológica, sin sistemas de telefonía móvil, y sin lo más importante: la conciencia del riesgo y de la responsabilidad que supone la conducción, son los principales factores de estas terribles cifras.

La Dirección General de Tráfico, en coherencia con el compromiso europeo, se dio cuenta de que la sociedad no podía resignarse a tener todos los años un número de víctimas tan elevado y de que los accidentes de tráfico se considerasen algo inevitable. Los responsables de las Administraciones -central, autonómicas y locales- tomaron las acertadas decisiones de invertir grandes cifras en los programas de autopistas y de mejora de la red de infraestructuras. Entre el año 2000 y 2007 se destinó el 0,78% del PIB anual al Plan Director de Infraestructuras. Se estima que hasta 2020 se destinará a esta finalidad el 0,5% del PIB anual. Entre los años 2003 y 2009 la inversión en infraestructuras ha alcanzado la importante cifra de 27.860 millones de euros.

En el año 2003 comenzó el Plan de Seguridad Vial 2003-2008, con un balance a fecha de hoy muy positivo, ya que ha superado en más de un 77% los indicadores de su cuadro de mando. Se han alcanzado cifras reveladoras por sí mismas: disminución en un 43% del número de fallecidos y en un 37% de heridos grave, lo que implica seis fallecidos diarios menos en 2008 respecto a 2003.

En 2009 la cifra de fallecidos en accidentes de tráfico en carretera ha sido de 1.897 personas, lo que supone 283 menos que en 2008 (una disminución del 13%) y la primera vez que se cierra un año con menos de 2.000.

Según nuestras estimaciones -realizadas en función de la tasa en el año 2003 de fallecimientos y de lesiones medulares por vehículos del parque-, entre 2003 y 2009 se han salvado 14.771 vidas y se han evitado 450 nuevos lesionados medulares, lo que pone de relieve la importancia de la actividad del Ministerio del Interior. Hay que destacar, igualmente, la labor de los responsables de Tráfico, del Ministerio de Fomento y demás administraciones competentes en materia de carreteras, de los fabricantes de automóviles y de las asociaciones y empresas que trabajan por mejorar la seguridad vial, así como de los servicios sanitarios de emergencia. Sirvan estas líneas de reconocimiento y agradecimiento.

Respecto a los costes de estos accidentes, los daños a las personas han supuesto en 2009, unos 3.000 millones de euros en costes directos de asistencia a lesionados e indemnizaciones satisfechas por el sector de seguros, y unos 3.500 millones de euros de costes indirectos, sociales la mayoría. La Dirección General de Tráfico ha impulsado con sus actuaciones la concienciación necesaria entre los conductores, lo que ha permitido un ahorro de costes para el sector asegurador por el concepto de daños personales que podría superar los 5.000 millones de euros en la serie 2003-2009. Esta situación se ha traducido en una disminución de las primas del seguro del automóvil.

En definitiva, la sociedad española debe estar muy agradecida a cuantos participan diariamente desde hace 20 años en conseguir una progresiva reducción de víctimas en accidentes de tráfico.

Flavia Rodríguez-Ponga. Directora de Relaciones Sectoriales, Estudios y Reaseguro de Mutua Madrileña

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