Los Sanahuja comunican al juzgado que Sacresa está en situación insolvente
El grupo inmobiliario Sacresa, controlado por la familia del empresario Román Sanahuja, ha comunicado al juzgado que su grupo se encuentra en situación de insolvencia y negociando un convenio anticipado de acreedores, con una deuda de 1.500 millones de euros con entidades financieras.
El grupo ha comunicado la insolvencia de Cresa Patrimonial, Sacresa Terrenos Promoción, Sacresa Terrenos 2 y Sanahuja Escofet Inmobiliaria (Sein), que han recaído en el juzgado mercantil número 2 de Barcelona que dirige el juez José María Ribelles, según ha informado hoy La Vanguardia.
Esta fórmula de comunicación previa al juzgado está prevista en la nueva ley concursal y a menudo supone un paso previo al concurso propiamente dicho, el equivalente a la antigua suspensión de pagos.
La firma, según prevé dicha ley concursal, tiene un plazo de tres meses para llegar a un acuerdo con la banca para refinanciar su deuda y de otro mes adicional para, en el caso de que no lo logre, presentar concurso de acreedores.
Fuentes financieras explicaron que la deuda de estas firmas procede de la guerra de opas que los Sanahuja sostuvieron con Joaquín Rivero desde 2006 a 2008 para tomar el control de la inmobiliaria Metrovacesa y que obligó a las promotoras de los Sanahuja a asumir créditos muy por encima del valor de sus activos en terrenos y promociones.
La familia alcanzó un endeudamiento cercano a los 4.000 millones de euros, la ha conseguido reducir a los mencionados 1.500 tras más de veinticuatro meses de negociaciones con las entidades financieras.
El grupo catalán consiguió ganar su guerra, desplazar de la presidencia de Metrovacesa a Joaquín del Rivero y llegó a controlar más del 85%, pero finalmente, a medida que la crisis inmobiliaria iba depreciando los activos que garantizaban los créditos, este paquete ha acabado en manos de la banca acreedora durante 2009 y los Sanahuja han tenido incluso que abandonar el consejo de administración de Metrovacesa, algo que hicieron a principios de este año.
Actualmente sólo retienen la propiedad de apenas un 13% por ciento del capital de Metrovacesa y retienen todavía a través de una patrimonial familiar la propiedad de la mayoría del centro comercial de La Illa en Barcelona.