El turismo es un sector estratégico
La búsqueda de un nuevo modelo de crecimiento es una propuesta irreprochable. Las tecnologías avanzadas y la investigación, el desarrollo y la innovación son grandes posibilidades de cara a un nuevo diseño de la economía española a medio y largo plazo. En la eficacia del nuevo marco que se diseñe para tal fin influirá de manera determinante la nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación que el Gobierno va a sacar ya del horno. Es deseable que el marco que de ella se derive tenga como objetivo el apoyo incondicional a los emprendedores, como creadores de empleo y riqueza. En caso contrario, será un fracaso.
Mientras tanto, y con la anquilosada apuesta por la construcción como un problema más que una solución, el sector de los servicios se confirma como el gran poder de la economía nacional. Y, dentro de éste, el turismo. Por ello hay que prestar atención muy especial a la opinión de las empresas con respecto a la temporada que se avecina. Las dosis de optimismo que se detectan en los segmentos de los viajes, los hoteles y, muy especialmente, de los cruceros son más que un rayo de esperanza para la recuperación, tanto en términos de porcentaje de PIB como de empleo, de la principal industria española. Un sector que, asombrosamente, aún no está considerado oficialmente como estratégico en España.