El feminismo digital de Kroes
No es muy frecuente que los comisarios europeos se permitan discursos cargados de dinamita política y pólvora personal. Todo lo contrario. La mayoría de las veces se limitan a leer los textos sin chispa alguna recalentados una y otra vez por sus correspondientes gabinetes. Pero la vicepresidenta y comisaria europea de Agenda Digital, Neelie Kroes, se ha salido hoy de esa burocrática rutina. Y ha lanzado un vibrante alegato a favor de la emancipacíón de la mujer. Un proceso, según Kroes, al que las nuevas tecnologías pueden contribuir en este siglo XXI.
El discurso de Kroes en Groningen (Holanda) rebosa emoción, recuerdos y esperanzas. Desde cómo su padre se negó a que ella, siendo mujer, heredase las riendas de la empresa de transporte de la familia hasta la aparente contradicción entre su maternidad y su labor universitaria.
Un torrente personal provocado, probablemente, por el motivo y la fecha de su intervención. Hoy, 8 de marzo, es el Día internaccional de la mujer trabajadora. Y la comisaria recibe en su país natal el Premio Aletta Jacobs 2010, un galardón bianual instaurado en 1990 en recuerdo de una de las grandes pioneras e impulsoras del movimiento de liberación de la mujer.
Jacobs, nacida en 1854, fue la primera mujer que pudo estudiar en la universidad holandesa (en Groningen), para lo cual tuvo que solicitar un permiso especial al gobierno de la época. Fue doctora, ingeniera, periodista, traductora, abogada. Pero también sufraguista. Y, sobre todo, una gran investigadora, defensora y promotora del derecho de la mujer a controlar la concepción.
"Ser mencionada en una misma frase junto a esta formidable mujer, te hace preguntarte si te mereces tamaño reconocimiento", ha agradecido Kroes el premio, según el discurso distribuido en Bruselas por su departamento. Pero la comisaria ha aprovechado también la ocasión para reclamar el derecho de las mujeres a ser iguales pero no idénticas, a preservar su independencia y a ocupar el lugar que les corresponde en todos los ámbitos de la sociedad.
Y Kroes se muestra convencida de que las mujeres han desarrollado "habilidades y perspectivas" que son, precisamente, las requeridas para enfrentar los desafíos políticos actuales, desde la competitividad al cambio climático o la creciente deuda. "Nuestras luchas individuales como mujeres han producido generaciones de mujeres que saben lo que es mejor para la comunidad; mujeres que saben cómo sacrificar una ganancia a corto plazo para obtener un beneficio a largo; mujeres que ven con claridad cómo las personas o los asuntos están interconectados".
En el campo contrario, la antigua comisaria europea de Competencia no parece haber encontrado esos conocimientos. "Tras reunirme con 22 consejeros delegados de bancos, todos hombres, lo que he aprendido es que les cuesta muchísimo admitir sus errores", lamenta Kroes. Y prevé que la definición de "firme" o "duro" dejará de identificarre con las actidudes de "macho" para pasar a describir el coraje de quien es capaz de tomar y afrontar las consecuencias de decisiones difíciles. Ya no será cuestión de fachada, sino de contenido y solidez. "Y hoy día, hay millones de mujeres así en Holanda y en toda Europa".
Y a las pruebas se remite. "Las mujeres han ocupado seis de los ocho millones de puestos de trabajo creados en Europa en la última década", señala Kroes. Aún así, reconoce la comisaria de las telecos, queda mucho por hacer. "Las mujeres sólo son el 30% de los empresarios de Europa (...) y en 116 grandes compañías de telecomunicaciones europeas, las mujeres sólo ocupan el 7% de los puestos de los consejos de administración".
Pero la comisaria parece optimista. "La tecnología ha emancipado a las nuevas generaciones de mujeres, liberadas de trabajos manuales en el hogar; con opciones para controlar la natalidad; con nuevas tecnologías que nos ayudan a conectarnos de manera más barata con las personas que más nos importan".
Y si todo falla, queda la venganza biológica. "La mayor longevidad puede ser el arma secreta de las mujeres", esgrime Kroes. "Si no podemos vencerles, ¡al menos podemos sobrevivirles!". Veremos con qué cara le recibe su jefe, José Manuel Barroso, cuando mañana se reúna la Comisión en Estrasburgo.
Foto: Aletta Jacobs (tomada de la web de la Universidad de Groningen).