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Innovación

Unión de fuerzas para liderar en investigación

La Corporación Tecnológica de Andalucía busca elevar la categoría del tejido empresarial de esta región.

La suma de fondos públicos y el saber hacer de importantes empresas privadas andaluzas dio como resultado, hace cuatro años, la creación de la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), una fundación sin ánimo de lucro con muchas ideas que aportar en el ámbito de la I+D+i española y sin ningún precedente.

El director general de la corporación, Elías Atienza, recuerda que comenzaron "como una iniciativa pionera" y ahora ayudan a la implantación de fundaciones similares a CTA en otras comunidades. En sus más de cuatro años de vida, la corporación ha otorgado 80 millones de euros en incentivos para 287 proyectos empresariales. Estas investigaciones han generado 256 millones de euros de inversión privada. Además, la cuarta parte de los proyectos se han logrado gracias a la unión de dos o más empresas con centros de investigación universitaria.

El proceso de trabajo en la corporación es, en general, sencillo. Una empresa tiene una idea y CTA se encarga de asesorarla y estudiar si la iniciativa es viable. Posteriormente, la compañía y alguno de los centros andaluces de investigación universitaria se ponen en contacto para comenzar a desarrollar la propuesta, con la condición de que "todos los proyectos de I+D estén enfocados a mejorar el producto o la gestión. No queremos una investigación sólo de laboratorio", explica el director.

Desde la entidad aseguran que "casi siempre se consigue el objetivo propuesto para cada investigación", y es que, además de un cuidado proceso, CTA cuenta con el apoyo de Aenor para certificar que los proyectos cumplen el criterio de innovación.

Atienza asevera que "con la crisis es necesario continuar innovando" y destaca que en el año 2009 "el número de proyectos aumentó un 12%", y no prevén bajar su presupuesto para este año ya que "ahora es imprescindible investigar para mejorar productos y procesos".

Para CTA, las pymes tienen una importancia estratégica porque constituyen el 90% del tejido productivo andaluz. Prueba de ello es que, dentro de las categorías de miembros pertenecientes a la corporación, se crearon dos grupos especiales para aquellas pequeñas empresas carentes de ayuda en I+D, pudiendo contribuir con la entidad en proporción a su volumen. Esto dio lugar a tres tipos de asociados: los numerarios, grandes empresas que durante cuatro años aportan un millón de euros; colaboradores, cuya contribución en el mismo periodo no supera los 250.000 euros, y los asociados, que aportan 60.000. Los dos últimos grupos constituyen el 60% de las empresas ligadas a esta fundación, de un total de 133.

Entre el número total de compañías integrantes de la corporación se encuentran algunas de las cajas de ahorros más importantes de Andalucía, un hecho que sirve, tal y como explica Atienza, "para emprender proyectos de investigación, por ejemplo, en torno a sistemas de seguridad". Además, el sector agroalimentario, con un marcado peso en la economía de esta comunidad, es otro de los puntos fuertes de CTA, ya que la I+D+i permite que "un sector más tradicional pueda aplicar procesos y buscar nuevos productos para convertirse en un segmento puntero", evitando, además, que muchas de las propuestas investigadoras se queden en los laboratorios.

Pero esta institución está presente también en otros ámbitos, como el aeronáutico o el sector de las nuevas tecnologías médicas, que cuenta con el apoyo de hospitales de referencia como el Virgen del Rocío de Sevilla. El director general asegura que el principal objetivo está en "construir puentes que unan la empresa privada de la comunidad con los centros investigadores de las universidades andaluzas".

Reciclar y cultivar pueden ir de la mano

La utilización del geotextil, (material empleado habitualmente en obra civil) como sustrato en el cultivo de frutas y hortalizas es la novedad que, gracias a la CTA, está llevando a cabo la empresa Geotexan, participada por GEA21, El Monte, Composan y Rafael Morales.Con esta iniciativa se pretende que los agricultores no dependan tanto de los residuos del sector construcción para fabricar compuestos para suelos. Además, con el uso de este material se abrirán nuevos mercados.El sistema que desarrolla Geotexan, en colaboración con investigadores de la Universidad de Huelva, permitirá, según los primeros resultados, ahorrar al menos un 30% de agua y un 40% de fertilizantes frente a los sistemas tradicionales de cultivo sin suelo.Hasta ahora, el geotextil se utilizaba básicamente para la construcción de embalses, cubiertas ajardinadas o carreteras.

Trasplantes hepáticos mucho más seguros

La compañía sevillana Biomedal, gracias al apoyo de la Corporación Tecnológica de Andalucía y a la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (Idea), ha creado un kit que permitirá diagnosticar y controlar el posible rechazo de un trasplante de hígado dañado por una hepatitis autoinmune. Este sistema ha sido desarrollado a partir de un hallazgo del Servicio de Inmunología del Hospital Universitario Virgen del Rocío de la capital andaluza y está siendo valorado por otros centros médicos de referencia en España, como el Gregorio Marañón o el Puerta de Hierro de Madrid.Transliver, como se llama el proyecto, ha supuesto una inversión cercana a los 140.000 euros, "cuando un solo trasplante de hígado cuesta aproximadamente 200.000 euros", explican desde CTA. El avance podrá salvar la vida de numerosos trasplantados.

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