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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Muchas gracias, señor Soros

Andan revueltos los políticos con el tema del euro. ¡Los malvados especuladores quieren hundir la divisa común europea! Tronan los telediarios, bullen las tertulias: ¡Conspiración! ¡Ni un paso atrás! Pero, por favor, ¿alguien les ha explicado a los políticos que los malvados conjurados con sede en Mordor (donde vivían los "malos" de El Señor de los Anillos) nos están haciendo un favor impagable?

Sí señores, porque nos están dando el arma de política económica que, a modo de harakiri, nos habíamos arrebatado cuando decidimos tener la misma moneda, aunque las economías europeas fueran muy diferentes unas de otras y no estuvieran bajo la tutela de una misma autoridad económica. Pero ahora, gracias a estos insensibles especuladores, podemos devaluar indirectamente el euro y fomentar así las exportaciones, actividad que el BCE había convertido en misión imposible. Ahora, los países que más exportan, las locomotoras de la eurozona, ayudarán a salir del agujero a países como el nuestro, que hizo del monopoly su modelo de crecimiento.

Una divisa tiene que reflejar la situación de la economía subyacente. El euro es Alemania, pero también es España y Grecia. Reality bites (la realidad muerde), dicen los malévolos anglosajones. Agradecidos deberían estar los políticos europeos, que van a poder devaluar el euro y echarle la culpa a "los malos". Y luego se apuntarán los efectos benéficos de la devaluación. Es más, en España deberíamos de enviarles un jamón de pata negra, porque con un poco de suerte la devaluación será lo suficientemente importante como para importar algo de inflación, que nos vendrá de cine, porque, al paso que vamos y con un problema estructural de un millón de viviendas, nuestra economía recuerda cada vez más al modelo japonés de bajo crecimiento y deflación crónica.

Así que, demos las gracias al Sr. Soros, al Sr. Paulson y al resto de especuladores que supuestamente quieren poner al euro en su sitio, porque nos han devuelto el último cartucho que nos quedaba para luchar contra la recesión y que habíamos tirado por la ventanilla del coche cuando íbamos de camino al euro.

Víctor Alvargonzález. Director general de Profim

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