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Directivos

Una terapia para combatir la soledad del presidente

La red mundial YPO forma a 17.000 ejecutivos de hasta 50 años

Ray Hickok heredó prematuramente la compañía de su padre a los 27 años. El joven empresario neoyorquino no se sentía preparado para gestionar una plantilla de 300 empleados. Ante el temor de mostrar su fragilidad, optó por fundar una asociación de presidentes y directores generales y emprendedores para compartir y superar la soledad del máximo gestor en la cima. Así nació en 1950 la Young Presidents Organization (YPO).

La entidad ya cuenta con 17.000 miembros en 105 países. La suma de los ingresos anuales de las compañías que representa se sitúa en los 4,3 billones de dólares, el equivalente al 6% del PIB mundial. En España tiene 71 representantes. "Comparto problemas con gente que atraviesa por la misma situación que yo", asegura la presidenta de Seguriber, Mónica de Oriol. "Me paso el día escuchando a consultores. La teoría ya la tengo bien aprendida. Lo que necesito es compartir la práctica, el día a día, con gente que está en la arena, que tiene las uñas sucias". De Oriol argumenta que en muchas ocasiones el consejo de administración "suele acabar por escuchar lo que dice el principal gestor. No hablo de la aplicación de un plan de crecimiento cualquiera, me refiero a la toma de una decisión realmente clave para el futuro de la compañía". De ahí la sensación de soledad del primer ejecutivo.

La socia fundadora del grupo de capital riesgo Megamcapital, María Eugenia Girón, señala que "hay decisiones que no puedes consultar ni con la familia, lo tienes que compartir con compañeros tuyos que hayan pasado por la misma situación". En definitiva, "se trata de comprobar cómo nos podemos ayudar para ser mejores en nuestra gestión futura", indica el director general de la fundación Gala-Salvador Dalí en Figueres (Gerona), Joan Manuel Sevillano. La YPO se ha convertido en una red mundial sin ánimo de lucro de jóvenes directivos, que cuando cumplen 50 años pasan a la segunda fase de la organización (WPO). El objetivo común es mejorar el liderazgo a través de la formación y el intercambio de ideas. Para Mónica de Oriol, "es diferente a una asociación de antiguos alumnos de una escuela de negocios, porque en este caso las personas sólo quieren estar en contacto, mientras que nosotros buscamos perfeccionar el liderazgo continuamente, escuchar y aprender".

Más de 1.500 participantes de 80 países coincidieron en Barcelona a finales de febrero en la reunión anual del YPO (Global Leadership Summit). El presidente de la junta directiva internacional de YPO, Simon Preston, abrió la sesión inaugural, mientras que el fundador de Virgin, Richard Branson, clausuró el congreso, reconociendo que en ocasiones ha acudido a su padre para que le ayude en la toma de decisiones trascendentales en la gestión del grupo, y que las numerosas obligaciones de sus negocios le impiden pasar mucho tiempo con su familia.

Consejos para afrontar los asuntos familiares

Una de las situaciones más críticas para el ejecutivo es conseguir un equilibrio entre las decisiones profesionales y las familiares. La YPO también ofrece ayuda en estos aspectos más personales. En este sentido, el vicepresidente de Mercan Capital, Jordi Vilanova, destaca que "hace año y medio me fui a trabajar a Canadá y desde el capítulo de YPO en Norteamérica me ayudaron mucho para superar las consecuencias que tenía para mi familia un cambio tan drástico".Los consejos y el apoyo incluso pueden alcanzar a los hijos. Así, Vilanova explica que "nos pusimos en contacto con hijos de otros miembros de la organización y al final mi hijo decidió que lo mejor que podía hacer era estudiar para ingeniero industrial. La YPO no hace las funciones de un cazatalentos ni realiza un asesoramiento para exportar como lo puede hacer el Icex, sencillamente es una red de contactos profesionales que soluciona temas tremendamente prácticos, pero muy importantes".La reciente edición del congreso de la YPO versó sobre tres ejes: la innovación, el medio ambiente y la globalización. Sobre este último tema, Simon Preston remarcó en la sesión inaugural que existe actualmente un peligro real de que la globalización, que parecía un proceso irreversible, termine por los efectos de la crisis en el círculo vicioso de un proteccionismo creciente.Por su parte, Richard Branson contestó varias preguntas de los asistentes sobre medio ambiente, asegurando que las empresas deben ser ecológicas, aunque también "tienen la obligación de ganar dinero".

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