Las comisiones representaron el 25% de los ingresos de la banca en 2009
Las comisiones percibidas por las entidades de depósito españolas alcanzaron en 2009 el 25% del margen bruto de las entidades y constituyeron la segunda fuente generadora de ingresos de su actividad tras los intereses, según se desprende del Boletín Económico del Banco de España correspondiente a febrero.
No obstante, el informe recuerda que un parte importante de las comisiones no se encuentran registradas como tales en la cuenta de resultados, sino que figuran integradas en los ingresos o costes financieros de los instrumentos que las generan, lo que dificulta el conocimiento preciso de su evolución.
El estudio también destaca que desde el año 2005 hasta 2009 se ha registrado una disminución de la importancia relativa de las comisiones medida respecto al margen bruto y en relación con el balance medio total y sin la inclusión del saldo medio de las cuentas.
Esto se explica por el menor crecimiento relativo de las partidas sobre las que se calculan las comisiones, así como por la reducción de las tarifas aplicadas por el aumento de la competencia y la eficiencia de la gestión de los servicios asociados al cobro de la comisión.
Las comisiones que han revestido mayor importancia en los últimos cinco años fueron las relacionadas con servicios de pagos, las de comercialización de productos financieros no bancarios y con operaciones de concesión de financiación, así como las asociadas a riesgos y compromisos contingentes.
Por importes, las cantidades medias registraron un ligero incremento, mientras los máximos y los mínimos apenas registraron variaciones durante el periodo, con la excepción de un aumento de ambos en las cuentas corrientes.
No obstante, el informe destaca que se produce una cierta heterogeneidad en la evolución de las tarifas por las diferentes características de los servicios que contribuyen a generar la comisión. En concreto, aquellos donde predominaron los factores de riesgo de crédito (avales y compromisos) se produjo un aumento acorde con la reevaluación generalizada del mismo inducida por la crisis.
Por el contrario, en aquellos donde el precio dependía más del coste del servicio, tales como los pagos o la comercialización de productos no bancarios, se registraron reducciones en los niveles de las tarifas aplicadas.