Lo peor para Repsol parece quedar atrás
Los analistas valoran que mantenga las líneas estratégicas básicas
La pasada semana estuvo llena de acontecimientos para Repsol. El consejo de administración aprobó el miércoles 24 de febrero un recorte del dividendo del 19%, como pretendía su presidente, Antonio Brufau, y, pese a los enfrentamientos previos, con los votos a favor de Sacyr, su primer accionista. Al día siguiente, presentó sus resultados de 2009 que no depararon grandes sorpresas. La fuerte caída de beneficios del 39% respecto al año precedente hasta los 1.559 millones de euros ratificaron los argumentos dados por Brufau para reducir la remuneración a sus accionistas y para recortar el plan de inversiones en 4.000 millones de euros hasta 2012.
En este contexto, aunque los analistas destaquen su complejidad, perciben aspectos positivos. Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4, señala que la evolución de la compañía fue a mejor en la medida que avanzaba el ejercicio y que el beneficio operativo en el cuarto trimestre bajó un 27% frente al 51% del conjunto de 2009.
Aguirre subraya que la sensación es que el grupo ha tocado suelo y que empieza a beneficiarse de su apuesta por la exploración de petróleo y gas. Sobre este tema, cita como dato relevante que ya en el pasado año la producción de hidrocarburos, sin tener en cuenta Argentina -área en franco declive-, subió un 6%. Nombra otra circunstancia que le favorece, pero que deterioró sus cuentas en 2009: la recuperación de los márgenes del refino. Concluye que, por tanto, es previsible que la acción se comporte bien este año.
En esta misma línea se pronuncia el equipo de Nomura. Considera que los datos del último trimestre fueron sólidos, lo que permite elevar las esperanzas en torno al valor. "Lo seguimos viendo dentro de un marco de valoración atractiva, con catalizadores potenciales, sobre todo por una posible mejora de los márgenes de refino, así como por el potencial de éxitos en Brasil, Venezuela y África Occidental", afirman. Aconsejan comprar, con un precio objetivo de 23,10 euros.
El cambio de actitud de Sacyr, después de los duros enfrentamientos de meses anteriores en los que no se descartó que la constructora intentase cuestionar formalmente la presidencia de Brufau, es también bien aceptada. Natalia Aguirre opina que la paz accionarial alcanzada es un punto positivo, mientras que desde Deutsche Bank se habla de "la pragmática presentación de Brufau". Los analistas del banco alemán destacan, asimismo, que fue claro en sus objetivos pese a los obstáculos que aún permanecen en el mercado.
Pero no todas las interrogantes han desparecido y los expertos creen que durante la junta de accionistas se conocerán con más detalle los cambios del plan estratégico, aunque las metas en Brasil, así como otras líneas básicas de actuación no estén en peligro. Durante la presentación a los analistas Brufau no descartó la entrada de socios en algunos de sus principales proyectos en el país sudamericano, si las inversiones para desarrollarlas superan los 15.000 millones de dólares.
Los expertos de Banco Sabadell aluden a otros factores que podrían afectar a la compañía. "Rumores apuntan a una posible opa de Eni sobre Repsol, una operación corporativa que habría recibido el visto bueno de los políticos y que se haría a cambio de una fusión de Telefónica y Telecom Italia", manifiestan, aunque expresan sus dudas de que pueda concretarse.
Con independencia de eventuales movimientos, Bank of America asevera que las aportaciones provenientes de los "barriles brasileños" están en general infravalorados, pese a la subida de los precios del crudo. Como riesgo se alude a una bajada de la cotización del crudo. Para Citi, el rebote para Repsol en Bolsa podría venir de noticias sobre la venta de YPF -mantiene sus planes de reducir su presencia en el capital de la filial argentina un 20% o un 25% adicional- o de progresos adicionales en exploración y producción.
Mejoras
Repsol ha subido un 3%, hasta 16,84 euros, en las dos últimas jornadas y la mayor parte de los informes que se han publicado tras comunicar el dividendo y los resultados son positivos. Standard & Poor's y Collins Stewart, entre otros, aconsejan comprar, y Cheuvreux recomienda sobreponderar. Por mantener optan Deutsche Bank y Société Générale. De media, los analistas consultados por Bloomberg le dan un precio objetivo de 20,18 euros.