El último de la fila de Buffett
La carta anual de Warren Buffett a los accionistas de Hathaway está enviada. Entre los típicos consejos, el sabio de Omaha señala que financió a Goldman Sachs, General Electric, entre otros, en el punto álgido de la crisis. Los 21.000 millones de dólares invertidos valen ahora un cuarto más y rinden un 10% anual. Más de lo que Buffett apostó por la ferroviaria Burlington Santa FE.
Berkshire desplegó una cantidad similar para comprar BNSF -unos 22.000 millones-. Una decisión que el propio Buffett admite, sin embargo, que pasó por los pelos. Los 34.000 millones para adquirir la compañía fueron superiores a la perspectiva de Buffett que pagó parcialmente en acciones. "Gusta tanto como prepararse para un colonoscopia", escribe Buffett, de 79 años, sobre la emisión de acciones. Mientras, los 21.100 millones invertidos en los pasados 18 meses en Dow Chemical, GE, Goldman, Swiss Re y Wrigley fueron más gratificantes.
Buffett apunta que las oportunidades de crisis no llegan tan a menudo. Buffett realizó algunos acuerdos sabiendo que su éxito dependía del rescate al sector financiero del Gobierno de EE UU. Eso hace que sus comentarios sobre que Berkshire "no depende de la amabilidad de los desconocidos" sean un tanto falsos teniendo en cuenta los grandes holdings financieros de la empresa como Wells Fargo.
Buffett alega que la prudencia financiera le convirtió en uno de los pocos proveedores de liquidez durante la crisis. Sacó ventaja de ello, y por ahora esas inversiones brillan más que sus trenes para los inversores.
Richard Beales