Los malos de 'Tiana y el sapo'
Hace unos días fui con mis hijos a ver la nueva película de la factoría Disney, Tiana y el sapo. Aunque la película me gustó mucho, no estoy de acuerdo en cómo la cinta de dibujos animados trata al sector inmobiliario.
Para los que no han visto la película les cuento que Tiana es una chica muy trabajadora que sueña con poder comprar una vieja casa para montar un restaurante. Cuando consigue el dinero va a la inmobiliaria a cerrar la operación y queda de acuerdo para la firma. No obstante, antes de firmar los dueños de la inmobiliaria le truncan su sueño diciéndole que hay otra persona que paga más por la casa. Si ella la quiere, tendrá que superar la oferta.
Sí que es verdad que durante el boom inmobiliario ha habido mucho intermediario especulador y sinvergüenza, por lo general surgido de la nada, sin formación alguna y que ha hecho su agosto. Digo intermediario, que no agente de la propiedad inmobiliaria (API), ya que si bien es cierto que dentro de la profesión hay de todo, la especulación no es la práctica habitual de estos profesionales.
Además, me gustaría puntualizar que normalmente el que especula y se vende al mejor postor es el propietario del inmueble, no el agente de la propiedad inmobiliaria. En mis 25 años de profesión nunca había visto tanta informalidad y falta de palabra como la observada en la época del boom inmobiliaria.
Pienso que los guionistas hubiesen podido dar un toque más actual a la película si hubiese sido el banco quien truncaba los sueños de Tiana denegándole la hipoteca, y supeditándola al aval del novio y de los padres del novio (tratándose de un príncipe, les hubiese gustado como avalista). O, mejor aún, el banco le deniega la hipoteca para comprar la casa de sus sueños, pero automáticamente le ofrece la casa de al lado embargada por el mismo banco, para la cual sí le da la financiación.
Es hora de que se digan las cosas por su nombre, se deje de generalizar con el colectivo y la gente se conciencie de que el agente de la propiedad inmobiliaria es el profesional cualificado para la intermediación en todo tipo de transacciones inmobiliarias. No somos los malos de la película.
Cinta Farnós Bel. Agente de la propiedad inmobiliaria. Finques Farnós