Nuevas perspectivas en la distribución
El último año ha sido el peor en muchos para los distribuidores. Caídas en ventas y pérdidas de rentabilidad se han hecho presentes en el sector, tal y como se desprende del estudio Global Powers of Retailing publicado recientemente por Deloitte, que analiza los datos hasta el 30 de junio de 2009. A pesar del proceso de concentración a nivel mundial se ha producido una caída de la rentabilidad media global del 3,7% al 2,4%. Esta tendencia ha sido común en todos los formatos y áreas geográficas, aunque algunos distribuidores se han visto más afectados que otros
Los últimos acontecimientos y la recesión económica han cambiado la actitud del consumidor. Ya sea por temor o por precaución, hoy el consumidor es más racional y más consciente. Una actitud que se plasma en un incremento de la tasa de ahorro, una reducción de gastos, un aumento del consumo de marcas blancas y en adquirir menos artículos caros que no sean de primera necesidad. El sector debe hacer algo para diferenciarse. Así, el cliente percibirá la exclusividad de aquello que compra y estará menos tentado a comparar precios.
Uno de los segmentos más golpeados durante la recesión, el de los productos de lujo, se recuperará a la par que la economía global, pero quizás cambie de modo significativo la manera de atraer a los clientes. Es un ejemplo de las consecuencias de la situación económica actual que también repercutirá en los mercados emergentes. Unos mercados que cada vez están desarrollando un papel más significativo. De hecho, ya se puede apreciar cómo algunos distribuidores están adquiriendo prestigio mundial, ya que son muy competitivos tanto en su mercado de origen como en el extranjero, y empezarán a actuar en mercados desarrollados.
En los próximos meses, seguirá sobre la mesa una cuestión que lleva siendo inminente durante varias décadas: la globalización del sector de distribución de Estados Unidos. Ahora parece que ha llegado el momento motivado por la ralentización del mercado estadounidense. La tecnología y las redes sociales, que hoy en día se utilizan para intercambiar ideas u opiniones, presentarán nuevos retos a los distribuidores, ya que se encontrarán con consumidores más cualificados que, quizás, los propios equipos de ventas.
Es momento de mirar hacia el futuro, esperanzador. Al fin y al cabo, la crisis es como la oscuridad de un túnel. Así, pensemos que este año nos muestre el final y seamos capaces de adaptarnos a las nuevas perspectivas de nuestro sector.
Juan José Roque. Socio responsable de consumo y distribución de Deloitte