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La banda salarial se mantiene entre las diversas firmas

Los grandes bufetes pagan hasta 36.000 euros al júnior

Las contrataciones de los recién licenciados bajan como consecuencia de la crisis

Los grandes bufetes pagan hasta 36.000 euros al júnior
Los grandes bufetes pagan hasta 36.000 euros al júnior

Procuramos que lleguen los mejores y nuestra vocación es que se queden con nosotros". El responsable de Cuatrecasas en Barcelona y adjunto a la dirección, Emilio Coco, animaba así a los futuros titulados en Derecho de Esade, que durante todo el día de ayer y hoy se han reunido en la ciudad condal para escuchar las propuestas de los bufetes con más solera.

Aunque la crisis también les ha afectado y la mayoría asegura que han bajado las contrataciones júnior, la banda salarial se mantiene, con ligeras diferencias entre una firma y otra. Los abogados más jóvenes suelen cobrar durante el primer año de ejercicio en este tipo de compañías entre los 30.000 y 36.000 euros brutos anuales. Íñigo Igartua, director de Gómez-Acebo & Pombo Barcelona, precisa que en su firma, el salario para los júnior oscila entre 32.000 y 36.000 euros, "una cifra que ya está aceptada por el mercado".

La retribución es alta, especialmente si se compara con otras profesiones como periodistas, médicos, psicólogos o científicos, pero quienes llevan años ejerciendo no obvian que la carrera de un letrado de alto nivel resulta "exigente y sacrificada". "Los abogados que se incorporan saben que tienen que atender al cliente en momentos adversos y eso exige tiempo", señala Mariona Chicoy, Secretaria General de Uría y Menéndez, "aunque en nuestra firma también aspiramos a ser flexibles".

Chicoy fue una de las primeras abogadas que se adhirió a las medidas de conciliación. La posibilidad de acceder por control remoto a la oficina o el hecho de no fichar y de tener las tardes de los viernes libres ha frenado las largas jornadas laborales. No obstante, los júnior valoran también el esfuerzo que hacen los despachos en formación, intercambios internacionales e idiomas.

El inglés de nivel alto y fluido resulta imprescindible para entrar en estas firmas (nivel Advanced). Cursar un máster ayuda, pero sin ser decisivo. "Lo que sí pesa es un expediente académico sólido y demostrar valores personales", apunta Constanza Vergara, directora corporativa de Pérez-Llorca, una firma que parte de 36.000 euros más beneficios sociales para convencer a los jóvenes abogados.

Cada año suelen incorporarse a los despachos entre 60 y 70 nuevos titulados, según asegura Emilio Coco, de Cuatrecasas. Son los más, porque en otros como Clifford Chance la cifra se reduce a un tercio de esta cantidad. "Todos ellos al final acaban incorporándose a la empresa para hacer carrera aquí", aclara Javier Mourelo, director de Desarrollo de Recursos Humanos de Clifford Chance, un despacho británico cuyo rango salarial para este perfil varía entre los 32.000 y 35.000 euros.

Su compañera Blanca Ochoa, Office Manager de Barcelona, no oculta que existen diferencias entre universidades. "Esade, Pompeu Fabra y la Universidad de Barcelona cuentan con gente muy preparada" apostilla. En Esade, Sandra Enzler, directora de responsabilidad corporativa de la Facultad de Derecho, destaca "la internacionalización" como el punto más fuerte. En el primer semestre de quinto los alumnos tienen que trabajar en Estados Unidos, además deben cumplir con su periodo de prácticas obligatoria. Cada curso supone una inversión de alrededor de 10.000 euros, que luego, visto lo visto, se recupera.

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Diez años para llega a ser socio

Acabar como socio en una firma de prestigio requiere dedicación, ilusión y compromiso, pero también tiempo. Una media de diez años, según se han pronunciado los diferentes bufetes. Salvo en casos excepcionales, como Clifford Chance, donde aseguran que prima "la meritocracia", el recién licenciado asciende a la categoría de júnior tras realizar un año de prácticas. En este puesto, suele estar otros tres años hasta convertirse en sénior, donde también debe transcurrir un trienio y de ahí, a asociado principal. Cada salto suele ir aparejado de un incremento de 9.000 euros al año, como mínimo."En la categoría de principal lo normal es que el abogado permanezca dos años antes de que el despacho decida elegirle como socio", sostiene Íñigo Igartua, de Gómez-Acebo & Pombo. En este periodo suele beneficiarse de la formación internacional. En Pérez-Llorca cuenta con el Programa Teseo, en Uría Menéndez, los letrados pueden trabajar en Londres, Nueva York, Bruselas, Peking o São Paulo. En Clifford disponen del centro The Academy.

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