El negocio pujante de los aviones no tripulados
Las operaciones de guerra de Estados Unidos en Irak y Afganistán y los bombardeos selectivos en algunos puntos de Pakistán están poniendo de relieve la creciente importancia de los aviones no tripulados (UAV por sus siglas en inglés) en los conflictos bélicos actuales y futuros.
Como ejemplo, los datos que ofrecieron hace dos semanas los responsables de UAV del Pentágono: en 2009, las horas de vuelo acumuladas por los aparatos que opera el país se acercaron al millón (940.037,9 horas), es decir, unas 20.176 horas al mes. Del total, 782.658 horas fueron en el marco de las operaciones de Irak y Afganistán. Es decir, que el uso de estas aeronaves se ha multiplicado por cuatro en apenas seis años.
Vietnam fue el primer escenario de operaciones en el que se utilizaron aeronaves sin tripulación de forma sistemática. Los estadounidenses emplearon los Firebee para fotografiar desde el aire las posiciones del Vietcong. Sin embargo, ha sido su uso como aviones de combate, gracias al desarrollo de UAV capaces de lanzar misiles de forma certera, lo que ha dado el impulso definitivo a estos aparatos. El ataque a un líder terrorista en 2003 con un Predator se considera el inicio de esta nueva etapa.
Industria al alza
Los UAV han generado un mercado que se ha convertido en el más pujante del sector aeronáutico de los últimos diez años. Y todo apunta a que seguirá siéndolo en el futuro. En su último estudio (de unas 400 páginas) sobre la industria de los UAV, la consultora especializada estadounidense Teal Group prevé que el negocio de los aviones no tripulados se duplique en el periodo 2010-2019, pasando a mover 11.500 millones de dólares anuales (8.409 millones de euros) desde los 4.900 millones de dólares (3.582 millones de euros) previstos para el actual ejercicio. El total acumulado de la década rondará los 80.000 millones de dólares (58.495 millones de euros). Y eso sin incluir los gastos asociados a labores de operación y mantenimiento de los aparatos.
De estas cifras, alrededor de un 55% se destinará a compras (32.818 millones de euros) y el resto (unos 25.677 millones) se empleará en proyectos de investigación, desarrollo e innovación relacionados con las plataformas y sistemas no tripulados.
Por tipos de aparatos, el mayor gasto recaerá en los UAV tipo MALE (los que operan a media altitud y tienen largo alcance), que concentrarán un 26,5% del desembolso previsto en compras, seguidos muy de cerca por los de tipo HALE (gran altitud y largo alcance), que acapararán el 23,6%. El 15,1% del gasto irá a parar a los UAV tácticos, el 14% a los de combate, un 7,7% a los de tipo naval, sólo un 8,4% a los destinados al mercado civil (vigilancia contraincendios o de redes energéticas, por ejemplo) y el 4,5% restante, a los llamados mini-UAV (los hay hasta de sólo 10 centímetros).
Estados Unidos seguirá siendo la primera potencia mundial del sector y concentrará el 76% de las inversiones en I+D que se llevarán a cabo en esta década y el 58% de las relacionadas con compras de UAV. En total, el informe de Teal Group prevé que el gigante norteamericano sume hasta 21.510 unidades de este tipo de aeronaves. El segundo gran mercado será el europeo, con 4.277 unidades, con un valor aproximado de 7.537 millones de dólares (5.512 millones de euros).
En el caso de España, los programas de UAV que pueden tener un mayor potencial de futuro son el Atlante y el Talarion. El primero, es un programa netamente español para desarrollar un avión táctico pesado que, por ahora, está siendo financiado por el CDTI y en el que participan como subcontratistas Indra, GMV y Aries. El Talarion es un proyecto impulsado por los gobiernos de España, Francia y Alemania y que tiene a EADS como contratista principal. El futuro de este UAV depende de que los países lancen la fase de diseño y desarrollo antes del verano, lo que exigirá unos 1.500 millones de euros de inversión. Si el avión sale adelante, podría suponer la creación de 3.000 puestos de trabajo (directos e indirectos) en España.
Impulso de EE UU
El Pentágono pide más aeronaves para sus guerrasLa semana pasada, el Pentágono ha presentado su petición de presupuesto para 2011, que asciende a 708.300 millones de dólares (517.865 millones de euros).
El presupuesto prevé dar un impulso a los UAV y al actual número de helicópteros disponibles para atender las necesidades derivadas de las operaciones en Irak y Afganistán.
El proyecto contempla contar con 1.610 millones para aumentar un 75% el número de UAV tipo Predator.