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A fondo

Caixa Catalunya esperará el visto bueno de Bruselas

La Generalitat ha reducido sus diferencias con el Banco de España sobre el FROB.

Los técnicos de las cajas de Catalunya, Manresa y Tarragona escudriñan el pliego de condiciones que les ha llegado de la Comisión Europea (CE) referente a las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Hace apenas dos días que les ha llegado el texto "del que estamos mirando la letra pequeña", comentan portavoces de estas entidades.

Y no se dan un plazo concreto para decidir si mantienen su petición para solicitar 1.315 millones de euros al FROB, superando el tope del 2% de los activos en riesgo aprobados en Bruselas, o bien reducen sus expectativas.

El director general de Caixa Catalunya, Adolf Todó, que ató un aumento de sueldo cuando Narcís Serra lo fichó de Caixa Manresa, mantiene su postura de pedir el máximo de dinero aunque sea al 7,75% de interés más alguna penalización que aún no se ha concretado. "Ya se esperaba un tipo de retorno elevado, de mercado" indican las mismas fuentes, aunque matizan que "quizá es un poco excesivo".

La integración de las tres cajas catalanas dará como resultado una entidad de menor tamaño a su suma, lo que representa un esfuerzo importante en reducción de oficinas y de plantilla, necesitando una financiación elevada. No en vano, esta fusión ya ha pactado con los sindicatos un recorte de 1.300 empleos, 500 menos de los planteados en un principio, con la voluntad de cerrar 395 sucursales, desde las 500 iniciales. Esto quiere decir que la entidad fusionada prescindirá del 24,57% del total de oficinas y del 14,5% de la plantilla.

Con estas expectativas, Caixa Catalunya pretende liderar la integración con Manresa y Tarragona con la financiación del FROB asegurada. Esto supone que Serra y Todó esperarán la decisión de Bruselas sobre su plan de integración, con el apoyo del Banco de España.

Bien distinta se plantea la segunda integración, aunque en el tiempo fue la primera que se aprobó. Las cajas de Sabadell, Terrassa, Manlleu y Girona han solicitado 500 millones del FROB, lo que representa un 1,98% de los activos ponderados en riesgo. En este caso no existe problema, e incluso ya han previsto devolver la cantidad solicitada en un plazo de cuatro años, en vez de los cinco previstos. Se han seguido produciendo los contactos y reuniones entre las cuatro entidades, a pesar de haber anulado las asambleas que debían ratificar la fusión el 8 de febrero. Este ha sido el único contratiempo grave.

Tanto en esta integración como en la de Catalunya con Manresa y Tarragona, quieren asegurarse ahora que ni el Banco de España ni la CE presentarán problemas, para evitar precisamente otra anulación de las asambleas (en este último caso estaban convocadas el pasado 21 de enero). "Esta vez queremos tener el camino totalmente libre", comentan todas las fuentes consultadas.

De todas formas, el calendario no es muy holgado, con el horizonte puesto en junio próximo. "No sería justo que ahora nos dieran prisa después de tantos meses de retraso en la aprobación del FROB", aseguran. Si no se producen más incidentes, los consejos de administración de las dos integraciones podrían convocar las respectivas asambleas en abril.

Hasta el momento, no se ha planteado ningún consejo de administración para retomar el proceso de fusión, confirman desde los sindicatos. Tampoco existen noticias de la tercera integración planteada en Cataluña, entre Caixa Penedés y Laietana. Esta es la fusión más forzada de todas, la que ha necesitado de más apoyo de la Generalitat. Ambas entidades mantienen contactos, pero formalmente no existen avances. También en este caso no existiría problema para que la integración solicitara los 600 millones proyectados al FROB, al estar esta cantidad por debajo del 2% de la ponderación de activos dudosos.

Fusión virtual

Penedés fue la única caja catalana que planteó desde el verano pasado la posibilidad de optar por una unión con una entidad de fuera de la comunidad autónoma, bien comprando directamente parte de una red o a través de una fusión virtual (SIP). La prioridad pasa actualmente por retomar la unión con Laietana, pero Penedés aún no ha descartado las otras dos opciones.

Desde el departamento de Economía de la Generalitat no se ha querido ni oír hablar de una integración más allá de las fronteras catalanas, con la voluntad de que todas las sedes sociales sigan en el territorio. En cualquier caso, los procesos en marcha se observan con mayor tranquilidad que hace unos meses.

A principios de agosto, el consejero de Economía, Antoni Castells, llegó a plantear un recurso de anticonstitucionalidad contra el FROB en el caso de que el Banco de España pudiera intervenir una entidad que tuviera problemas de solvencia. El Consejo Consultivo de la Generalitat dictaminó que el FROB vulneraba competencias del estatuto autonómico.

Pero finalmente, Castells redujo de forma progresiva su enfado y acordó en septiembre iniciar un procedimiento negociado con el Gobierno para adaptar la supuesta invasión competencial. El plazo se fijó en nueve meses desde la aprobación del FROB, de los que quedan apenas tres. El posible conflicto con Madrid ha quedado en nada, teniendo en cuenta que las nueve cajas que han negociado algún tipo de integración aún no han pasado por problemas de insolvencia infranqueables.

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