Zapatero aboga ante Obama por los inmigrantes y los parados

José Luis Rodríguez Zapatero participó ayer en el Desayuno Nacional de la Oración que se celebra anualmente en Washington con una plegaria en la que enfatizaba la necesidad de integrar a los inmigrantes y atender a los parados. Tras esta celebración, en la que fue el invitado especial, Barack Obama le dijo que deseaba seguir porfundizando sus relaciones con España".

Zapatero utilizó ayer el capítulo 24 del Deuteronomio para recordar, ante una fervorosa audiencia, que la Biblia habla de que no se puede explotar a los obreros, "ya sean compatriotas o extranjeros". En este Desayuno Nacional de la Oración en el que participaban muchos congresistas americanos además del presidente de EE UU y su esposa, Barack y Michelle Obama, el presidente del Gobierno español también habló de que los gobernantes tienen una especial responsabilidad con los parados y un compromiso para favorecer la creación de empleo.

Las palabras del presidente se escucharon en un país en el que los inmigrantes, muchos de ellos latinoamericanos, están empezando a perder la esperanza de conseguir un mejor estatus legal ya que la reforma de la ley de inmigración sigue en le aire y no hay ningún indicio de que cambie.

Zapatero pidió que no se deje de velar por la buena integración de quienes han venido "a trabajar y a convivir a nuestros países" y por aquellos "a los que no podemos acoger entre nosotros, y pasan hambre y miseria en tantos lugares de la Tierra, como las personas que viven en Haití". Según Zapatero, la solidaridad "nos reconcilia con nuestra condición misma de seres humanos, vulnerables y fraternos".

El presidente no rehuyó un punto que es contencioso con las organizaciones cristianas conservadoras como la que organiza el acto en el que participó y dijo querer reivindicar en su plegaria "la libertad de todos para vivir su propia vida, para vivir con la persona amada y para crear y cuidar a su entorno familiar".

Su defensa de los derechos de los homosexuales coincide con los debates que está habiendo en el seno del ejército y del Congreso para abolir la regla de "No preguntar, no responder" con la que se evita hablar de homosexualidad en las Fuerzas Armadas ya que en caso de que alguien se declare gay su carrera en el ejército se acaba.

Obama, que también tomó la palabra en este desayuno, ha propuesto la abolición de esta situación y quiere integrar a los homosexuales. El presidente criticó, además, el enfrentamiento con gays y lesbianas, en EE UU o en Uganda.

Este país africano ha propuesto penalizar con la muerte la homosexualidad y se ha apuntado a que miembros de "La Hermandad", que es la asociación religiosa que convoca estos desayunos, han sido los asesores de esta propuesta. De hecho, grupos de presión de EE UU han pedido a Obama que no participe en este acto y de, con su asistencia, la "apariencia de institucionalidad que no tiene", según Ciudadanos por la Responsabilidad y la æpermil;tica en Washington.

Cancelación de la cumbre

Tras el desayuno Zapatero y Obama mantuvieron un breve encuentro en el que el presidente americano transmitió al español su interés en "continuar desarrollando las buenas relaciones" entre los dos países. Estas relaciones se han visto perturbadas por la cumbre trasatlántica entre la UE y EE UU que se iba a celebrar en mayo en España. Obama declinó su asistencia y esta se ha cancelado. Ayer, en un encuentro con The Washington Post, el presidente español dijo que la decisión de Obama no ha supuesto un problema y que entiende que "tenga que espaciar sus visitas a Europa" donde ha viajado ya seis veces.

"Obama tiene una puerta abierta en Europa", dijo Zapatero. "No deberíamos pensar en qué es lo que Obama puede hacer por nosotros pero lo que nosotros podemos hacer por Obama", explicó.

Los empresarios, con el presidente

Zapatero se reunió ayer en Washington a la hora del almuerzo con la Cámara de Comercio, la asociación que se considera "la voz de los empresarios en Washington". El presidente acudió a la cita para mantener un coloquio con los empresarios americanos, a los que animó a seguir invirtiendo en España. Estuvo rodeado también de presidentes de firmas españolas con significativa presencia en EE UU. Entre ellos estaba el responsable de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán; del BBVA, Francisco González; de OHL, Juan Miguel Villar Mir; sus homónimos en Acciona, José Manuel Entrecanales y en Ferrovial, Rafael del Pino. También hubo empresarios de la comunicación como Juan Luis Cebrián, consejero delegado del Grupo Prisa, y Pedro J. Ramirez, director de El Mundo. Zapatero tenía previsto tras esta cita, pronunciar un discurso en el Atlantic Council, especializado en Seguridad.