Cuando el abogado actúa de administrador concursal
La crisis no ha repercutido de igual manera para todos. Hay quienes se han hundido y quienes han logrado bandearla y sacar provecho. Entre estos últimos se encuentra el despacho de abogados alemán Pluta, cuya especialización en administración concursal, le hace erigirse como una de las firmas "anticíclicas" de la abogacía. Su crecimiento en el último ejercicio ha sido espectacular en España, con un repunte muy superior al de Alemania e Italia.
Los datos globales de la firma hablan de un crecimiento de facturación del 8,6% hasta los 25 millones de euros en 2009, un porcentaje que la actividad española supera con creces, en parte gracias a haber sido elegida como administrador concursal de una de las diez primeras constructoras del país. "Se trata, por tanto, de algo excepcional", explica Juan Ferré, director de la filial española.
Por eso la compañía no lanza las campanas al vuelo ni se embarca en una expansión sin precedentes. "Somos muy cautos. Nos financiamos sólo con recursos propios. Nuestro sistema de crecimiento decimos que se basa en el de los monjes cistercienses. El primer monje salió de Ulm para abrir en Stuttgart, de ahí otro desembarcó en Múnich, que a su vez buscó a alguien para abrir Barcelona", añade Ferré.
æpermil;se alguien fue el propio Ferré, quien había realizado parte de su tesis en Hamburgo y estaba especializado en concursal. Tras pasar diez meses en Múnich, en enero de 2006, Juan Ferré iniciaba su aventura en Barcelona y el año pasado abría Madrid. En España, ha gestionado 100 procedimientos.
La filial española ya cuenta con una plantilla de 16 personas, siete de ellos abogados, a la que próximamente esperan incorporar un economista. En Alemania, el despacho fundado por Michael Pluta, cuenta con 21 sucursales, a las que hay que añadir otra en Milán (Italia). Además, la firma pertenece a una red de despachos, denominado Begbies Global Network, especializados en insolvencias y reestructuraciones.
Las ciudades elegidas responden a un objetivo. "Los asuntos que más nos gusta gestionar están relacionados con la actividad industrial, porque a pesar de presentar problemas de endeudamiento o mala gestión cambiando al gestor o integrando la empresa en un grupo, la compañía puede salvarse", asegura Ferré.
El administrador concursal
Muchos bufetes de abogados son especialistas en derecho concursal, pero pocos existen centrados en la figura del administrador. Cuando una empresa se declara insolvente, recurre al juez y éste debe designar un órgano de administración concursal, que incluye un abogado, un economista, auditor de cuentas o titulado mercantil.
"Si la empresa mantiene su funcionamiento, lo único que hacemos es controlar", aclara el director de Pluta España, "y si la empresa tiene que cerrar, lo que hacemos es liquidar". Para ser administrador hace falta cumplir unos requisitos que suelen ser fijados por los colegios.
"El 95% de los procesos termina en liquidación"
"La mayoría de los procesos concursales que surgen ahora suelen acabar en liquidación. En crisis, ronda el 95% de los casos", advierte Ferré. Cuando así ocurre y el abogado es seleccionado como administrador concursal por parte del juez, la primera iniciativa consiste en conseguir la venta conjunta de los activos de la compañía y mantener todos o parte de los puestos de trabajo para que otra empresa los adquiera. Si no se logra, se opta por la venta separada, buscando una empresa especializada en subasta de activos.Este proceso resulta complicado. El director de Pluta en España cree, por ese motivo, que debería estar más regulado. "Cada colegio profesional establece sus propios criterios para ser administrador concursal. Sin embargo, resultaría necesario establecer unos requisitos únicos de independencia que eviten conflictos de intereses y fomenten la transparencia".En su opinión, "deberíamos estar sometidos a algún tipo de control, como el que ejerce el Consejo Nacional en Francia". Tampoco en Alemania existe un organismo regulador de dicha actividad, pero sí se está abriendo un debate sobre la necesidad del mismo.Al administrador concursal alemán, sin embargo, se le valora en función de ciertos certificados de calidad y se le exige un curso que le habilita para ejercer esta profesión.En España, son los colegios profesionales de cada capital los que elaboran la lista de administradores concursales para que los jueces elijan -el pago de sus honorarios corresponde, sin embargo, a la empresa en concurso-.Entre los requisitos para estar en esa lista se encuentran la acreditación de cinco años de experiencia y compromiso de formación concursal. El juez decide en base a otros criterios: confianza e incompatibilidad.