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El Ibex baja un 1,93% y perder el 11.000

La corrección se agudiza y la Bolsa retrocede un 10% en siete jornadas

El optimismo duró apenas unas horas. Europa había iniciado la jornada con un rebote que se evaporó tras la apertura bajista de Wall Street. Los resultados empresariales y la preocupación por la deuda soberana marcaron el giro.

El nerviosismo es palpable, lo que da pie a que las malas noticias se acrecienten, en tanto que las buenas pasan casi desapercibidas. Las Bolsas europeas iniciaron ayer la sesión al alza, en un rebote auspiciado por los cazadores de gangas después de las caídas de los últimos días. Pero no llegó, siquiera, a ser flor de un día. En el momento en que Wall Street abrió sus puertas, los índices se dieron la vuelta y terminaron cediendo posiciones y poniendo a prueba soportes de calado.

El Ibex 35 llegó a ganar a media sesión más del 1%, impulsado por el rebote del sector bancario, principalmente del Santander. La entidad se había visto arrastrada la víspera por los resultados decepcionantes de BBVA. Al cierre, las tornas cambiaron y el índice español terminó con una caída del 1,93% hasta los 10.829 puntos. Santander cedió un 1,86%. El Ibex cede ya un 9,3% en 2010 y un 11,3% desde máximos. En sólo siete sesiones se ha dejado un 10%, pero ayer lo llamativo es la pérdida de los 11.000 puntos, un soporte psicológico muy tenido en cuenta por los gestores de fondos.

"Una vez perdida la zona de referencia de corto y medio plazo, entre los 11.180 y los 11.122 puntos, el Ibex debería encontrar apoyo para evitar la vuelta a niveles de 10.500 puntos", comentaban esta semana en una nota los analistas técnicos de Noesis. "Las cotas de mayor relevancia son los 10.874 y los 10.511 puntos". La primera quedó rota ayer.

El Ibex ha perdido un 10% en las últimas siete sesiones y cae un 9,3% en 2010

La operativa a muy corto plazo rige en estos momentos en los mercados, que se mueven más por referencias técnicas que por fundamentales. No obstante, hay una preocupación creciente sobre el devenir de la economía mundial que se libra en tres frentes: la decisión de China de limitar el crédito para evitar el sobrecalentamiento de su economía; los planes de la Casa Blanca de reforma del sistema financiero estadounidense, y los problemas crecientes de Grecia, que está afectando a su deuda soberana y, por contagio, a la de los países periféricos de Europa, incluida España.

"Se está reaccionando con mucho nerviosismo a estos problemas, pero en cierto sentido tiene lógica", comenta Alberto Roldán, director de análisis de Inverseguros.

La Bolsa europea sucumbió a la preocupación. El Euro Stoxx 50 cedió un 1,8%, en consonancia con el Dax (-1,82%), el Footsie (-1,37%) o el Cac parisino (-1,89%). Los rumores sobre un impago de la deuda soberana griega contagiaron, así, a mercados de bonos y acciones y aumentaron la prima de riesgo.

En Wall Street, el mensaje positivo de la Reserva Federal, a propósito de que la recuperación económica está en marcha, cayó en el olvido, y los inversores pusieron la atención en los resultados empresariales. La rebaja de previsiones de Qualcomm, el mayor fabricante de microprocesadores para móviles, afectó a la cotización de las tecnológicas. El Nasdaq perdió un 1,91%, en tanto que el Dow Jones y el S&P 500 cedieron un 1,13% y un 1,18%.

"Los inversores están muy pendientes del nivel de 1.085 puntos del S&P 500, porque es un soporte muy importante", comenta Ángel Olea, socio de Abante. El índice cerró en los 1.084,53 puntos.

"Los mercados están muy revueltos, pero lo que hay que plantearse es si las caídas cambian el escenario macroeconómico a medio plazo", explica Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4. "Para nosotros no ha cambiado, y eso supone que las caídas son oportunidades de compra en valores muy concretos, como telecos, petroleras o utilities.

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