Limpieza en el BBVA
Parece que finalmente los bancos españoles van a afrontar sus problemas. Los beneficios netos del BBVA, la segunda entidad por tamaño, cayeron un 94% en el cuarto trimestre hasta situarse en 31 millones de euros. El resultado, 1.000 millones por debajo de lo esperado, es producto de fuertes provisiones en su franquicia estadounidense. El banco también ha hecho una aparente limpieza en su cartera inmobiliaria en España. Como consecuencia, ha aumentado sus provisiones todavía más que el Banco Popular y Banesto.
BBVA dice que el resultado refleja una "anticipación" cautelosa. Pero es más bien un ejercicio de realismo. Unas provisiones de 704 millones en EE UU no debería tener impacto en el cash flow o el capital, pero viene a recordar el alto precio que pago por Compass, la entidad de Alabama, en 2007. Más preocupante son las provisiones de 346 millones por créditos fallidos en EE UU, tras un detallado repaso a su cartera. Son los dos motivos que explican la caída de los resultados anuales un 16% sobre 2008.
Pero los problemas del banco no se ciñen a EE UU. También ha destinado 1.800 millones de euros para potenciales problemas en los créditos a promotores españoles, cuya morosidad ha alcanzado un 17%, mucho mayor que la de sus competidores.
Esta posición más conservadora puede ser fruto de que el nuevo consejero delegado, Ángel Cano, quiera empezar purgando lo peor del balance del banco. La mayoría de los nuevos CEO prefieren bajar el listón para los años siguientes. Pero los inversores pueden estar preocupados por las penalidades que se avecinan. Quizá afloren más problemas en la cartera crediticia, particularmente en España. El desempleo pronto alcanzará el 20% y los economistas esperan que se mantenga alto en los dos próximos años.
Al menos, BBVA disfruta de unos beneficios recurrentes que han contrarrestado el deterioro en su cartera crediticia. Los beneficios antes de provisiones del cuarto trimestre superaron las expectativas gracias al fuerte estímulo de los ingresos operativos netos. Además, mantiene sus costes bajo control y México y EE UU deberían rebotar este año. Puede que ahora sea más fácil para Cano superar expectativas, pero esto no excluye la posibilidad de algún disgusto más este año.
Fiona Maharg-Bravo