Un dilema de lujo para Google
El efectivo, y no China, constituye el mayor interrogante para Google. Más concretamente, ¿dónde debería el gigante de las búsquedas apuntar su chorro de billetes verdes? La recuperación del mercado publicitario online y la creciente eficiencia ha impulsado el cash flow un 44% hasta los 2.500 millones de dólares en el cuarto trimestre. Sumar eso a los 24.000 millones de efectivo acumulado de la compañía no tiene sentido, aunque repartirlo a los accionistas sí.
La alerta de Google sobre el posible cierre de sus operaciones en China como respuesta a los ataques cibernéticos a sus negocios ha centrado toda la atención de las últimas semanas. Los inversores pueden temer el potencial impacto de la retirada de Google, sin embargo, en realidad el problema es relativamente trivial comparado con el desafío que supone gastar sabiamente su dinero.
La compañía, dirigida por Eric Schmidt, jefe ejecutivo, dice que va a invertir fuerte. Parece razonable, pues los ingresos aumentaron un 17% en el cuarto trimestre en relación con el año anterior. Google ve muchas oportunidades de potenciales negocios que pueden justificar un gasto. Sin embargo, incluso estas iniciativas son insuficientes para responder a la pregunta de qué debería hacer Google con su dinero. Puede comprar otras empresas, pero la mayor adquisición de Google hasta ahora fue Youtube por 1.700 millones de dólares. Es poco probable, por tanto, que pueda encontrar candidatos tan buenos como para justificar grandes cantidades de dinero en adquisiciones. Ya debería haber entregado una parte a los accionistas, a través de dividendos o de readquisiciones.
Robert Cyran