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Estados Unidos

Obama propone limitar la toma de riesgos por parte de la banca

Barack Obama quiere imponer límites en el sector financiero inspirados en reglas nacidas durante la Gran Depresión. El presidente quiere prohibir a la banca comercial tomar riesgos e impondrá límites al crecimiento de las entidades.

Barack Obama ha tomado nota de los consejos de uno de sus asesores más duros, el respetado ex presidente de la Fed, Paul Volcker. Inspirándose en algunos pasajes de la legislación nacida durante la Gran Depresión -en particular la ley Glass-Steagall que separaba la banca comercial de la de inversión-, el presidente anunció que su Administración va a poner límites al tamaño de las entidades, para que ninguna sea demasiado grande como para no poder dejarla caer, y prohibir que firmas comerciales como JP Morgan Chase, Bank of America, y Citigroup asuman riesgos.

Obama dijo ayer que la toma de "riesgos inmensos e imprudentes para conseguir altos beneficios" casi tumba la economía. Por ello, presentó una de las propuestas más severas y de más calado de su legislatura: prohibir que la banca comercial, la que acepta depósitos de clientes, use su propio dinero para hacer apuestas en los mercados (comprando activos financieros como los que están apoyados en hipotecas), tener hedge funds o empresas de capital riesgo. Goldman Sachs y Morgan Stanley solicitaron en 2008 ser banca comercial.

Aunque queda en las manos del Congreso aprobar esta iniciativa, Obama ya la bautizó como la "ley Volcker". Los mercados reaccionaron con nervios porque parte de los beneficios de estas entidades se deriva de la intermediación financiera con dinero del propio banco.

"Los americanos no serán rehenes de un banco demasiado grande"

Para prevenir que una entidad financiera sea muy grande y fuerce al Gobierno a intervenir en caso de crisis, como ha ocurrido, Obama quiere plantear límites al crecimiento. Hasta ahora se concreta en que los bancos tengan más del 10% de los depósitos totales de EE UU. Se prentende que esos límites se extiendan también al pasivo que se puede llegar a tener. El objetivo final es poder parar fusiones y compras en el sector y que "nunca más los contribuyentes americanos sean rehenes de un banco que es demasiado grande para caer", según dijo el presidente. En 2008 Bear Stearns y AIG se consideraron instituciones financieras demasiado grandes e interconectadas como para dejar que quebraran.

El futuro de estas iniciativas en el Congreso es algo incierta, máxime después de que el partido demócrata perdiera la supermayoría que tenía en el Senado. Con todo, buena parte de los republicanos, normalmente opuestos a las propuestas de la Casa Blanca, no quieren dar la impresión de estar demasiado cerca de la banca en las actuales circunstancias.

En el sector, sin embargo, se critica mucho la posición de Obama. Jamie Dimon, uno de los más afectados, lleva semanas diciendo que el presidente no entiende que se necesitan bancos grandes par algunas operaciones.

Goldman Sachs pone freno a sus 'bonus'

Goldman Sachs cerró 2009 con unos beneficios récord de 13.385 millones de dólares (9.489 millones de euros), cinco veces más que el año anterior. Solo en el último trimestre, la firma registró un neto de 4.948 millones cuando en 2008 (año en el que cerró los libros en noviembre) tenía 2.121 millones en números rojos. La intermediación interna, operaciones con renta fija, divisas y materias primas han permitido el despegue de Goldman, una firma que, salvo en 2008, no ha dejado de romper récords de beneficios. Su positiva evolución estaba descontada y la gran cifra que se esperaba conocer con detalle era la de su compensación. En este sentido, la entidad dirigida por Lloyd Blankfein, hizo un ejercicio de contención.Conscientes de la mala imagen que conlleva repartir un elevado bonus tras las intervenciones estatales en el sector financiero y en un ambiente de fuerte crisis económica, Goldman no ha hecho reservas para compensar a sus trabajadores en el último trimestre, algo que si ha hecho en los tres primeros, y además ha retirado 500 millones de dólares del pool de compensaciones para donaciones caritativas. Si hubiera mantenido el ritmo de principio de año, 2009 habría sido un año récord en compensaciones a la plantilla. Con el recorte, los empleados se repartirán 16.200 millones de dólares (11.486 millones de euros), un 35,8% de los ingresos anuales. Es el porcentaje más bajo desde 1999 cuando Goldman salió a Bolsa.

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