La CEOE ratifica a Díaz Ferrán por cuarta vez en un mes
Los empleados de Air Comet abuchean al presidente mientras la patronal elogia su gestión con aplausos
Ratificar al presidente en su cargo se ha convertido en un punto obligado del orden del día para los órganos decisorios de la CEOE. Gerardo Díaz Ferrán se reunió ayer con el comité ejecutivo y la junta directiva de la patronal por primera vez desde la quiebra de Air Comet. El patrón de patronos inició su intervención presentando un informe de la gestión de su malograda aerolínea. Al concluir, aseguró que pretende seguir representando a los empresarios españoles, y preguntó a un foro anormalmente multitudinario si alguien tenía reparos en que permanezca en el cargo. A modo de contestación, la Junta le arropó con "un aplauso cerrado". Mientras tanto, frente a las puertas de la madrileña sede patronal, un centenar de trabajadores de Air Comet abucheaban al dueño de la compañía, que lleva meses sin pagar sus nóminas.
En un comunicado posterior, la confederación asegura que la aerolínea "estaba vendida desde el 2 de diciembre", antes de dejar en tierra a 7.000 pasajeros. La afirmación hace referencia al fallido intento de Díaz Ferrán y su socio, Gonzalo Pascual, de vender su empresa a un grupo holandés, que terminó echándose atrás.
La de ayer, fue la cuarta vez que la CEOE muestra su apoyo al líder patronal desde el pasado 16 de diciembre. Díaz Ferrán puso entonces su cargo a disposición de la junta y el comité por sus crecientes problemas empresariales y la noticia de que adeuda 26,5 millones de euros a Caja Madrid, entidad de la que además es consejero. Fue reafirmado entonces por todos los asistentes, y cinco días después volvió a ser ratificado por los portavoces oficiales de la CEOE, cuando se anunció el cierre de Air Comet.
Finalmente, este martes, Díaz Ferrán optó por convocar a una cena a los 21 vicepresidentes de la organización, para constatar sus apoyos antes de la cita oficial de ayer. También hubo aplausos entonces, aunque algunos asistentes revelan que, ni un día ni otro, fueron secundados por todos.