Sudáfrica: fútbol y safari
Los paquetes de viaje combinan el césped del Mundial y el de la sabana
"Ke nako", reza el lema del Mundial de Fútbol 2010. "Ya es hora". Un clamor repetido en toda África que representa el éxito del continente, que alberga este evento por primera vez en su historia. "En África, el fútbol ocupa un lugar muy especial en los corazones de sus habitantes", expresó Nelson Mandela, líder de la lucha por los derechos humanos y ex presidente de Sudáfrica. "El país", defendió, "deberá alcanzar la excelencia como anfitrión".
Y a tal empeño se ha consagrado la primera economía del continente negro con la ampliación y mejora de sus infraestructuras, tanto deportivas como urbanas, y la puesta a punto de su variada oferta turística. El plato fuerte lo suponen, sin duda, los safaris, tanto de caza como fotográficos. Mención especial merece el Parque Nacional Kruger que con sus 19.000 kilómetros cuadrados compone el coto de caza más grande de todo el Estado. Aprovechando este potencial, algunos paquetes de viajes incluyen circuitos en éste u otros parques junto con entradas para los partidos.
Aunque el país no tendrá participación oficial en Fitur, sí que realizará una presentación en Madrid coincidiendo con ella, en la que los representantes de la embajada expondrán la especial oferta turística que se ha programado en torno al Mundial, así como el impacto que esperan que produzca. Las estimaciones hablan de superar los 10 millones de visitantes durante el año, visto que en 2008 el país recibió a 9,5 millones de turistas, de los que 33.800 fueron españoles.
De hecho, gran parte de las plazas hoteleras ya han sido contratadas entre el 25 de mayo y el 17 de julio. Sólo los miembros de la FIFA ocupan ya el 80% de las camas disponibles en grandes cadenas como Sun International. No obstante, aparte del resto de alojamientos libres que resten en tierra, un amplio número de cruceros se asentarán en las principales ciudades costeras, en una suerte de lujosos hoteles flotantes. Por último, el Gobierno ha ampliado las vacaciones escolares permitiendo que muchas familias autóctonas aprovechen para alquilar sus hogares a los visitantes durante la celebración del Mundial de Fútbol.